Básico
El término ictus (med.: insulto) se refiere a un síntoma causado por una alteración circulatoria brusca. Como las células del cerebro (neuronas) son muy sensibles, perecen al cabo de unos minutos sin un suministro suficiente de oxígeno.
El riesgo de sufrir una lesión aumenta constantemente con la edad. La tasa de incidencia anual para las personas de entre 55 y 65 años es de unos 250 por cada 100.000 habitantes; en el caso de las personas mayores de 65 años, la tasa de incidencia incluso se multiplica casi por tres. En raras ocasiones, las personas de menor edad o incluso los niños también pueden sufrir una lesión. Por lo general, los hombres sufren un ictus con una frecuencia ligeramente superior a la de las mujeres. Un ictus puede estar causado por diferentes alteraciones, por lo que se puede dividir en diferentes tipos:
- Infarto isquémico: Es la causa más frecuente de ictus, representando el 80%. La aterosclerosis o los coágulos de sangre pueden provocar la obstrucción de los vasos que suministran la sangre.
- Hemorragia cerebral: Las lesiones vasculares pueden provocar hemorragias en el cerebro, que son responsables de casi el 20% de las lesiones.
- En raros casos, los trastornos circulatorios son causados por enfermedades inflamatorias de los vasos.
Las agresiones son la primera causa de discapacidad permanente en todo el mundo y la segunda de muerte. Esto deja claro que los accidentes cerebrovasculares también desempeñan un papel importante en la economía nacional. La atención y el apoyo a los afectados requiere mucho tiempo y es muy costosa. Los costes de por vida de un paciente con ictus ascienden a unos 45.000 euros en Europa.