Básico
Los ronquidos, aunque muchos los consideran molestos, rara vez se consideran un síntoma grave de enfermedad. Sin embargo, en algunos casos puede ser un indicio de un trastorno respiratorio, concretamente el síndrome de apnea obstructiva del sueño. En particular, los ronquidos muy fuertes e irregulares pueden indicar esta enfermedad, que puede causar pausas en la respiración que pongan en peligro la vida.
Aproximadamente el cinco por ciento de la población está afectada por esta enfermedad, y los hombres de mediana edad con sobrepeso corren un riesgo especial.
Entre las apneas del sueño, el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) es una forma muy común. Se trata de una afección en la que los músculos del paladar se relajan durante el sueño, provocando el estrechamiento de las vías respiratorias superiores. Esto perturba la respiración de la persona afectada, lo que puede incluso provocar una insuficiencia respiratoria. El descenso de la presión parcial de oxígeno en la sangre hace que el centro respiratorio del cerebro reaccione, activando los músculos respiratorios. El cuerpo intenta compensar la falta de oxígeno con unas cuantas respiraciones fuertes, y la persona afectada suele despertarse, lo que también se denomina excitación. La duración de las pausas en la respiración puede ser de sólo unos segundos, pero también puede ser de hasta dos minutos en algunas circunstancias. Es posible que estas pausas en la respiración se produzcan varias veces durante la noche, pero la mayoría de las personas no pueden recordar al día siguiente que se vieron sacudidas del sueño por estas pausas en la respiración.
Dado que las pausas repetidas en la respiración reducen el suministro de oxígeno del cuerpo, éste trata de aumentar el suministro de oxígeno incrementando el gasto cardíaco. En algunos casos, esto puede provocar problemas de presión arterial o arritmias cardíacas.
Además de la forma obstructiva, también existe la apnea del sueño de causa central. En esta forma, las razones de las pausas respiratorias no están en las vías respiratorias, sino en los músculos respiratorios. El diafragma y los músculos respiratorios del tórax dejan de funcionar satisfactoriamente, por lo que se produce una falta de oxígeno y la persona afectada se despierta del sueño. La apnea central del sueño suele afectar a personas mayores, pero no suele ser muy peligrosa, por lo que rara vez necesita tratamiento médico. Sin embargo, si hay otros problemas de salud, como una enfermedad cardíaca o una insuficiencia nerviosa, definitivamente hay que acudir al médico.