Cáncer de piel negro (melanoma maligno)

Melanoma degenerado según la regla ABCDE
Radiación solar
Topos
melanocitos degenerados
predisposición genética
la luz solar excesiva

Básico

El melanoma maligno es un tumor maligno de la piel que se extiende rápidamente. Una característica del cáncer de piel negra que contribuye a su mal pronóstico es la formación temprana de metástasis (colonizaciones dispersas) en otros órganos del cuerpo humano. En Europa, el melanoma maligno afecta a unas 12 de cada 100.000 personas al año. La mayor incidencia es particularmente notable en Australia, donde la población está más expuesta al sol.

En general, hay más mujeres que hombres afectados por esta forma de cáncer. A diferencia de los hombres, que desarrollan principalmente el melanoma maligno a una edad avanzada, esta forma de cáncer también se da con más frecuencia a una edad más temprana en las mujeres. Esto se confirma también por la menor edad media de inicio de las mujeres (57 años) en comparación con los hombres (63 años). Sin embargo, en los últimos años, la proporción de jóvenes con melanoma maligno ha aumentado en general.

El cáncer de piel negro también puede desarrollarse en regiones del cuerpo que no están constantemente expuestas al sol. En los hombres, el melanoma maligno se produce principalmente en el tronco, en las mujeres los melanomas se encuentran con relativa frecuencia en las extremidades. Sin embargo, en ocasiones, los melanomas malignos también pueden desarrollarse en zonas del cuerpo donde son difíciles de detectar, como en el lecho ungueal, entre los dedos de los pies o incluso en las mucosas.

Causas

Daños en la piel debidos a la exposición al sol

En la mayoría de los casos, el melanoma maligno se desarrolla como resultado de tomar el sol en exceso. Sin embargo, lo decisivo en este caso no es la exposición total al sol a lo largo de la vida, sino sobre todo las quemaduras solares intensas individuales, que están significativamente implicadas en el desarrollo del melanoma maligno.

Además de la luz solar natural, las visitas frecuentes e intensas a un solárium también pueden aumentar significativamente el riesgo de desarrollar un cáncer de piel negro.

Topos

Las personas de piel clara y pelo rojo son relativamente más propensas a desarrollar un melanoma. Las personas con muchos lunares también corren un riesgo especial de desarrollar un melanoma maligno. Las personas con más de cincuenta lunares tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer.

Además, existen predisposiciones genéticas que pueden favorecer el desarrollo del melanoma maligno, por lo que el cáncer de piel de los negros se da con más frecuencia en familias con un alto riesgo.

En aproximadamente 2/3 de todos los casos, el melanoma maligno se desarrolla en zonas poco visibles de la piel. Sólo en una proporción menor de los afectados se desarrolla un tumor maligno a partir de una marca de nacimiento preexistente o anormal (nevus atípico), una marca de nacimiento vellosa que existe desde el nacimiento o a partir de precursores cancerosos (lentigo maligno).

Melanocitos degenerados

Aunque ya se conoce una serie de factores que favorecen el desarrollo del melanoma maligno, aún no se sabe con exactitud cómo los factores causan el cáncer de piel negro. Sin embargo, está claro que el cáncer de piel negro se desarrolla a partir de la alteración de las células pigmentarias de la piel (melanocitos). Esto conduce a una degeneración del crecimiento de estos melanocitos, que pueden multiplicarse sin control. Una de las capacidades de estas células pigmentarias degeneradas es que son muy móviles dentro de la piel y, por tanto, pueden extenderse a otros órganos del cuerpo en una fase temprana (metástasis).

Síntomas

El melanoma maligno puede presentarse en diferentes formas. En principio, las formas de melanoma más frecuentes son las siguientes

Melanoma de extensión superficial (MSS): Esta forma de melanoma maligno afecta a la mayoría de las personas en todo el mundo. Suele desarrollarse en un plazo de uno a cuatro años y se produce principalmente en la espalda, el pecho, los brazos o las piernas. El melanoma suele ser plano y a veces puede ser nodular. Además, está claramente delimitada de la piel circundante. El melanoma también puede ser llamativo debido a los cambios de color, como áreas marrones, rosas, grises y negro-azuladas, o pequeñas áreas blancas.

Melanoma nodular (MN): Se trata de una forma de cáncer de piel negra de muy rápido crecimiento. Al igual que el melanoma de diseminación superficial, suele aparecer en el pecho, la espalda o las extremidades. El melanoma nodular suele desarrollarse en pocos meses. Suele ser nodular y elevada, puede sangrar fácilmente y suele ser de color muy oscuro (azulado, marrón oscuro). Debido a su crecimiento agresivo, el melanoma nodular tiene un curso muy maligno con un mal pronóstico.

Melanoma de lentigo maligno (LMM): Esta forma de melanoma maligno afecta principalmente a personas mayores. Se desarrolla gradualmente a lo largo de muchos años a partir de un estadio precanceroso benigno (lentigo maligno). El lentigo maligno melanoma suele aparecer en zonas de la piel que están frecuentemente expuestas al sol, por ejemplo en la cara, el cuello, los brazos y las manos.

Melanoma lentiginoso acral (ALM): El melanoma lentiginoso acral se produce predominantemente, como su nombre indica, en las acras, es decir, en los extremos de las extremidades. Esta forma de melanoma se da principalmente en la palma de la mano, la planta del pie, los dedos de las manos y los pies. Como a menudo también puede crecer bajo las uñas, el melanoma lentiginoso acral se confunde a menudo con una pequeña lesión en el lecho ungueal, un hongo o una verruga. Una estructura con manchas de diferentes colores y bordes borrosos es típica de este melanoma.

Además de estas formas de melanoma maligno, existen otros tipos que no se dan con tanta frecuencia. En el caso de todos los melanomas malignos es cierto que suelen empezar a sangrar incluso por pequeños rasguños.

Diagnóstico

El diagnóstico precoz es crucial para las posibilidades de curación del melanoma maligno. A diferencia de otras formas de cáncer, no suelen ser necesarios complejos métodos de examen para diagnosticar el melanoma. Una inspección precisa de toda la piel es muy importante para detectar el melanoma maligno, aunque el cáncer de piel también puede detectarse a tiempo con controles regulares por parte de los propios pacientes. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los lunares no son malignos en la mayoría de los casos. Sin embargo, para poder detectar los melanomas malignos, la regla ABCDE puede ser útil.

  • A=Asimetría: Los lunares sanos suelen ser circulares y simétricos.
  • B=Límite: Si los melanomas no están bien delimitados de la piel circundante, esto puede ser una indicación de un lunar degenerado.
  • C=Coloración (decoloración): Especialmente los melanomas negros, así como los lunares que muestran varios colores diferentes, deben aclararse más con el médico.
  • D=Diámetro: los lunares que superan el medio centímetro o que aumentan visiblemente de tamaño también pueden ser malignos.
  • E=Elevación: Los melanomas malignos suelen estar elevados y no tienen una superficie plana.

Si se detectan 4 características de la regla ABCDE en un lunar, existe la sospecha urgente de que se trata de un melanoma maligno. En este caso, el melanoma debe extirparse de forma profiláctica mediante una pequeña operación y examinarse al microscopio.

Además, los melanomas visibles pueden examinarse con un dermatoscopio. Se trata de un microscopio especialmente indicado para la evaluación de melanomas. Si se descubren lunares llamativos con el dermatoscopio, éstos también deben ser extirpados y evaluados microscópicamente.

Para un diagnóstico completo, también deben realizarse análisis de sangre y ecografías en los melanomas de más de 1 mm de grosor.

Metástasis

Si se diagnostica un melanoma maligno, es absolutamente necesario determinar o excluir la presencia de células malignas en otros órganos. Para ello, se pueden utilizar diversos procedimientos de imagen, como TAC, RMN, radiografías y ecografías, así como gammagrafías óseas.

Terapia

Tanto el tipo de terapia como las posibilidades de curación dependen de la evolución del cáncer. Se distinguen varias etapas entre sí:

  • Estadio 0:Las células degeneradas del melanoma maligno se encuentran exclusivamente en la capa superior de la piel y aún no han crecido en profundidad.
  • Estadio I: Las células del melanoma maligno ya han penetrado en la dermis. El lunar maligno es mayor de 1,5 milímetros, pero los ganglios linfáticos circundantes están libres de células cancerosas.
  • Estadio II:El diámetro del melanoma es superior a 1,5 milímetros, pero inferior a 4 milímetros. También en este estadio, las células cancerosas ya han penetrado en la dermis, pero no están afectadas las capas más profundas ni los ganglios linfáticos circundantes.
  • Estadio III: Las células cancerosas ya han afectado a las capas profundas de la piel, así como a los ganglios linfáticos circundantes. Además, pueden desarrollarse los denominados tumores satélites en las proximidades y pueden verse afectados los tejidos y órganos adyacentes.
  • Estadio IV: el melanoma maligno ya se ha extendido a otros órganos y ganglios linfáticos distantes (metástasis a distancia).

Extirpación quirúrgica

El tratamiento básico para casi cualquier melanoma maligno es la extirpación quirúrgica del tumor. Para asegurarse de que no quedan células cancerosas, también se extirpa quirúrgicamente el tejido adyacente de más de un centímetro de diámetro.

Si el crecimiento del melanoma en capas más profundas ya se ha diagnosticado mediante ecografía antes de la operación, se debe cortar el tejido circundante en un radio de tres centímetros. Si la extensión del tumor a capas más profundas de la piel sólo se descubre bajo el microscopio después de la operación, el tejido en un radio de tres centímetros debe ser extirpado en una segunda operación.

Si se detecta una infestación de las cuentas linfáticas circundantes antes o durante la operación, éstas también deben ser eliminadas.

Quimioterapia y radioterapia

Si el melanoma maligno ya se ha extendido a órganos o ganglios linfáticos distantes, el pronóstico es mucho peor. En un primer momento, se intenta extirpar quirúrgicamente estas metástasis. Sin embargo, si esto no tiene éxito, se añade la quimioterapia a la operación.

La radioterapia se utiliza principalmente para los lunares malignos que afectan a los ojos, para los lunares de lentigo maligno, así como para las personas mayores y las metástasis en el cerebro.

Además, hay estudios experimentales que investigan el tratamiento con energía de radiación junto con hipertermia (calentamiento del cuerpo). Este método de tratamiento mostró resultados prometedores en los primeros estudios y posiblemente desempeñará un papel en la terapia del cáncer de piel en el futuro.

Tratamiento de drogas

Otra posibilidad para la terapia del melanoma maligno es influir en el sistema inmunitario con fármacos, por ejemplo con interferón alfa. Esta sustancia debe administrarse por inyección y refuerza la reacción inmunitaria contra las células tumorales. Esta forma de terapia es particularmente útil para los pacientes en las etapas II o III.

Si se lleva a cabo una terapia farmacológica en el postoperatorio (terapia adyuvante), se puede combatir cualquier metástasis pequeña e invisible (micrometástasis). Este tratamiento adyuvante puede prolongar normalmente el tiempo de supervivencia.

En este sentido, el α-2b-interferón y el α-2b-interferón son los que mejor se han comportado entre los distintos fármacos que se han probado hasta ahora. Por ejemplo, una terapia de alta dosis con α-2b-interferón prolongó significativamente el tiempo de supervivencia de los pacientes tratados y redujo la tasa de recaída. Además, la aparición de micrometástasis podría reducirse con la terapia.

Previsión

Posibilidades de curación

Dado que el melanoma maligno se diagnostica cada vez más en fases tempranas gracias a las mejoras en los métodos de examen de los últimos años, el pronóstico ha mejorado considerablemente. Sin embargo, las perspectivas de curación dependen de varios factores: el tipo y el estadio del melanoma son cruciales.

Por ejemplo, el pronóstico es bastante bueno para los melanomas que no crecen a más de 0,75 mm de profundidad en la piel y no llegan a la dermis. Un signo de mal pronóstico sería la metástasis a otros órganos o a los ganglios linfáticos circundantes. Por término medio, la tasa de supervivencia a los cinco años del cáncer de piel en la raza negra es del 84% en los hombres y del 88% en las mujeres.

El papel de la detección precoz

Cabe destacar que el melanoma maligno es completamente curable en estadios muy tempranos, por lo que la detección precoz y el tratamiento oportuno son muy importantes para su curación.

Si el cáncer de piel negra ya ha sido diagnosticado y tratado, los cuidados de seguimiento son importantes: los afectados deben acudir a las revisiones periódicas indicadas por el médico tratante, ya que el melanoma maligno puede reaparecer incluso después de años. Estas recidivas y metástasis también tienen un mejor pronóstico, siempre que se detecten a tiempo.

Prevención

Protéjase de la exposición excesiva al sol

Una de las medidas más importantes para prevenir el melanoma maligno es la protección adecuada contra la exposición excesiva al sol. Esto es especialmente cierto para las personas con piel clara y muchos lunares, pero las personas con piel más oscura también deben protegerse de la exposición solar intensa.

Por lo tanto, para la prevención del cáncer de piel negro, se recomienda el uso de un protector solar con un alto factor de protección contra la radiación UVA y UVB. Dado que incluso el mejor protector solar no puede ofrecer una protección del 100% contra la exposición solar intensa, también debe proteger su piel del sol utilizando ropa adecuada. Además, no debe exponerse a los intensos rayos del sol durante el mediodía. Especialmente en el caso de los niños, es importante elegir un factor de protección solar muy alto, ya que están especialmente expuestos.

Otra medida preventiva importante son las visitas periódicas al dermatólogo para examinar los lunares existentes. Si nota una marca de nacimiento nueva o modificada durante una autoexploración de la piel, debe hacerla aclarar inmediatamente. En este caso, un rápido aumento de tamaño, así como la tendencia al sangrado del cambio de la piel, deben considerarse sospechosos.

Una de las medidas más importantes en la lucha contra el cáncer de piel es el cribado del cáncer de piel, que implica la realización de exámenes cutáneos tempranos y periódicos. En Alemania, son financiados por las cajas de enfermedad a partir de los 35 años, en algunos casos también en Austria. Durante el cribado, se interrogan inicialmente las dolencias y los factores de riesgo en una entrevista de anamnesis y, a continuación, el médico examina detalladamente la piel. Si el médico detecta anomalías durante el examen de cribado, el paciente es remitido a un dermatólogo para que lo aclare.

Danilo Glisic

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