Enfermedad arterial oclusiva periférica (EAVP)

Dolor al caminar
Dolor en reposo
Daños en los tejidos
Dolor local con adormecimiento y frialdad de la piel
Síndrome de Raynaud
Trombangiitis obliterante
Arteriosclerosis
Trastorno metabólico
Fumar
Presión arterial alta
Diabetes mellitus

Básico

La enfermedad arterial oclusiva periférica (EAP) es un trastorno circulatorio de las arterias de los brazos o las piernas. La causa es un estrechamiento patológico de las arterias, que les impide transportar suficiente sangre. El nombre coloquial de "enfermedad de los escaparates" (Claudicatio intermittens en latín) se basa en el fenómeno de que los afectados tienen que hacer frecuentes pausas al caminar debido al doloroso trastorno circulatorio. Debido a la frecuente aparición de la enfermedad en los fumadores, también se denomina coloquialmente "pierna de fumador". Las formas muy graves de PAOD se denominan isquemia de las extremidades (isquemia significa falta de riego sanguíneo). La arteriosclerosis es la causa de la DAVp en aproximadamente el 95% de los casos.

En Alemania, entre el 15% y el 20% de las personas mayores de 70 años están afectadas por la enfermedad arterial periférica. A edades más tempranas, los hombres se ven afectados con más frecuencia que las mujeres. Diferentes secciones de los vasos sanguíneos pueden verse afectadas por la EVPP; en la mayoría de los casos se trata de la arteria femoral (arteria del muslo), pero a menudo también se ven afectados los vasos de la pelvis y de la parte inferior de la pierna. No todo el mundo se da cuenta de los síntomas de la enfermedad, porque muchas personas limitan tanto su vida diaria que no se dan cuenta de los síntomas.

A menudo, la PAOD va de la mano de otras enfermedades. Como es muy probable que no sólo los vasos de los brazos y las piernas se vean afectados por la calcificación, sino también todos los demás vasos del cuerpo, el riesgo de cardiopatía coronaria (por ejemplo, infarto de miocardio, angina de pecho) y de accidente cerebrovascular aumenta en los pacientes con EVP.

Causas

La principal causa de la enfermedad oclusiva arterial periférica es la arteriosclerosis. Esto es responsable de alrededor del 95% de los casos.

Los factores de riesgo para el desarrollo de la PAOD son:

  • Fumar: Los fumadores tienen tres veces más probabilidades de verse afectados por las DAVP que los no fumadores. Dado que los fumadores son más propensos que la media a desarrollar una EVPP, se denomina coloquialmente "pierna de fumador".
  • Hipertensión (presión arterial alta)
  • Diabetes mellitus (diabetes)
  • Alteraciones del metabolismo de las grasas: niveles elevados de colesterol en la sangre

Si un factor de riesgo está presente, la probabilidad de desarrollar la enfermedad aumenta dos veces y media. Si se dan dos factores de riesgo, la probabilidad de desarrollar la enfermedad se multiplica por cuatro.

El síndrome de Raynaud (un trastorno funcional de los músculos vasculares) es una causa poco frecuente de ODP. Muy raramente, la trombangiitis obliterante (inflamación de la capa interna de los vasos sanguíneos) también puede ser la causa. En este caso, se forman pequeños trombos (coágulos de sangre) en los vasos afectados, lo que inhibe el flujo sanguíneo. La trombangitis obliterante afecta casi exclusivamente a los fumadores menores de 40 años. Las oclusiones vasculares suelen producirse en las arterias de la mano, la parte inferior de la pierna y los dedos del pie.

Síntomas

La enfermedad oclusiva arterial periférica (EVAP) suele cursar sin dolor y sin síntomas durante mucho tiempo al principio (estadio I). Los primeros síntomas suelen pasar desapercibidos: los afectados suelen consultar al médico sólo cuando les duele al caminar o en reposo. La enfermedad vascular no suele notarse hasta una fase muy tardía, ya que los síntomas suelen aparecer sólo cuando los vasos están constreñidos en más de un 90%. La razón es que el cuerpo forma vasos colaterales (nuevos vasos que evitan la constricción), a través de los cuales el tejido puede seguir recibiendo suficiente sangre.

La gravedad de los síntomas depende de la localización de la oclusión del vaso. Por ejemplo, si la arteria femoral está afectada, el dolor se siente principalmente en la parte inferior de la pierna. El dolor se produce especialmente durante las actividades deportivas o al caminar, ya que aquí los músculos de las piernas tienen una mayor necesidad de oxígeno (sangre). El dolor de esfuerzo obliga a los enfermos a detenerse varias veces mientras caminan, de ahí el nombre coloquial de "enfermedad de los escaparates". A medida que la enfermedad avanza, los dedos y los pies se vuelven visiblemente más fríos e insensibles.

La extensión de los síntomas de la PAVK puede dividirse en las cuatro etapas siguientes (subdivisión según Fontaine-Ratschow):

  • Etapa 1: No hay quejas
  • Fase 2a: Dolor al caminar más de 200 metros
  • Fase 2b: Dolor al caminar menos de 200 metros
  • Etapa 3: Dolor en reposo
  • Etapa 4: Daño tisular adicional (necrosis, gangrena) debido al trastorno circulatorio.

El momento en que se notan los síntomas varía de una persona a otra. Las personas que también sufren daños en los nervios debido a la diabetes mellitus (polineuropatía diabética) suelen sentir pocas molestias incluso en las fases avanzadas de la PAOD debido a la alteración de la percepción del dolor.

La oclusión arterial aguda (oclusión completa y repentina de una arteria) causada por una trombosis o embolia aguda provoca un fuerte dolor local combinado con una sensación de entumecimiento y frío en la piel. No se palpa el pulso en la zona tras la oclusión del vaso. La oclusión arterial aguda es una emergencia y debe ser tratada inmediatamente.

Diagnóstico

La elaboración de la historia clínica suele proporcionar al médico que le atiende los primeros indicios de la enfermedad arterial periférica (EAP). Durante la exploración física, los cambios en la piel de las extremidades, las callosidades en los pies, las deformaciones de las uñas y la pérdida de cabello pueden ser signos de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Se realizan los siguientes exámenes para asegurarse de que el diagnóstico es correcto:

  • Palpación de los pulsos de las extremidades: Si tiene PAOD, el pulso de las piernas o de los brazos es débil o no es palpable.
  • Sentir la temperatura de la piel: La pierna afectada por la PAOD está mucho más fría que la pierna con un riego sanguíneo normal.
  • Utilizando un estetoscopio, es posible que pueda escuchar sonidos de flujo sobre la zona estrechada del vaso sanguíneo.
  • Ecografía Doppler: Esta ecografía puede mostrar los cambios en el flujo sanguíneo en la zona estrechada.
  • Índice tobillo-brazo: medición comparativa de la presión arterial de las piernas y los brazos.
  • Prueba de marcha: El paciente camina en una cinta de correr a una velocidad estandarizada hasta que aparece el dolor. Se mide la distancia recorrida hasta la aparición de los síntomas, lo que ayuda a determinar el estadio de la PAVK.
  • Angiografía: Mediante la administración de un medio de contraste, se pueden hacer visibles los vasos sanguíneos y cualquier estrechamiento mediante diversos procedimientos de imagen (por ejemplo, rayos X).
  • Análisis de sangre: Puede revelar posibles factores de riesgo (por ejemplo, niveles elevados de colesterol).

A menudo, una vez realizado el diagnóstico, se examinan también los vasos del cuello y del corazón para detectar otros estrechamientos. Si estos estrechamientos se detectan y se tratan en una fase temprana, se puede reducir el riesgo de sufrir un infarto o un ictus.

Terapia

El pilar básico de la terapia de la enfermedad oclusiva arterial periférica es el tratamiento específico de las causas. Para los fumadores, la medida más importante es dejar de fumar inmediatamente. En general, la enfermedad puede mejorarse en gran medida con la práctica regular de ejercicio físico, una dieta equilibrada, una presión arterial normal y unos niveles de lípidos en sangre dentro de los límites normales.

El entrenamiento diario de la marcha es una medida importante para mejorar los síntomas del estadio 2 y superiores. El primer paso es determinar la distancia que se puede recorrer a pie antes de que aparezca el dolor; a partir de entonces, se debe recorrer al menos la mitad de esta distancia varias veces al día. De este modo, se estimula al organismo a formar los llamados vasos colaterales. Se trata de vasos sanguíneos que sortean la constricción de la arteria y la puentean. Sin embargo, los paseos diarios no deben llevarse a cabo hasta el punto de causar dolor.

Tratamiento farmacológico

Además del entrenamiento de la marcha, se administran los denominados inhibidores de la agregación plaquetaria a las personas con DAP. Se trata de fármacos que inhiben la aglutinación de las plaquetas de la sangre y evitan así la formación de coágulos. El ácido acetilsalicílico (ASA) es el fármaco de elección. Si hay intolerancia a esta sustancia, se puede prescribir clopidogrel como alternativa en casos individuales.

A partir de la fase 2, puede recomendarse el uso de otros fármacos. Los llamados inhibidores de la fosfodiesterasa (inhibidores de la PDE) actúan contra la aglomeración de las plaquetas, lo que hace que la sangre sea más fina.

Si no se puede restablecer el flujo sanguíneo en el vaso mediante la cirugía, la terapia puede ampliarse para incluir la administración intravenosa de los llamados prostanoides . Estos fármacos dilatan los vasos sanguíneos y mejoran el flujo de eritrocitos (glóbulos rojos), facilitando el paso de la sangre a través de los vasos sanguíneos constreñidos.

Cirugía

Otra opción para tratar la PAOD es someterse a una cirugía para reparar el estrechamiento de los vasos sanguíneos. La intervención quirúrgica depende del estadio de la enfermedad y de la localización del estrechamiento. A pesar de la cirugía, existe el riesgo de que se forme un nuevo estrechamiento en el vaso afectado con el tiempo.

Las siguientes medidas quirúrgicas pueden llevarse a cabo como parte del tratamiento de la PAVD:

  • Angioplastia (dilatación vascular): Este procedimiento se realiza principalmente en vasos estrechos en la zona de las arterias pélvicas o femorales. Se introduce un catéter con balón a través de la arteria inguinal hasta el vaso estrechado y se infla con alta presión. En muchos casos, la constricción puede reabrirse o ampliarse de este modo. Si la dilatación con balón no es posible debido a una constricción rígida, se puede realizar la llamada trombendarterectomía (despegamiento de los depósitos). Si es necesario, puede ser necesario implantar un stent (soporte vascular) para reducir el riesgo de que el vaso se estreche de nuevo.
  • Cirugía de bypass: Si el estrechamiento afecta a grandes partes de los vasos de la pierna, puede ser útil la cirugía de bypass. Se trata de utilizar una vena recién insertada o un tubo de teflón para guiar la sangre alrededor de la zona estrechada del vaso.
  • Amputación: Si el flujo sanguíneo está tan restringido debido al estrechamiento del vaso que partes de la extremidad mueren, la extremidad afectada (por ejemplo, los dedos del pie) debe ser amputada.

Previsión

El buen pronóstico de la enfermedad arterial periférica depende en gran medida de que se puedan tratar los factores desencadenantes. De lo contrario, la enfermedad progresará con el tiempo. Un estilo de vida saludable con suficiente ejercicio, no fumar, una dieta equilibrada y, en caso de sobrepeso, la reducción de peso mejorará el pronóstico.

Además, el pronóstico es mejor si los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial y los lípidos en la sangre están dentro del rango normal. Si existen afecciones como la hipertensión arterial o la diabetes mellitus, deben tratarse específicamente.

Además, muchas personas con PAOD también presentan vasoconstricciones en los vasos del corazón y del cuello, lo que aumenta en gran medida el riesgo de enfermedad coronaria (infarto de miocardio, angina de pecho) y de accidente cerebrovascular.

En algunos pacientes, la amputación, por ejemplo de los dedos del pie, se hace necesaria debido a la deficiente perfusión tisular. Las complicaciones son especialmente frecuentes en pacientes que también padecen diabetes.

La esperanza de vida es menor en las personas con enfermedad arterial periférica que en sus pares sin enfermedad vascular.

Prevención

Para minimizar eficazmente el riesgo de desarrollar una enfermedad arterial periférica, deben identificarse y evitarse los factores de riesgo enumerados en el apartado "Causas". Dado que el tabaquismo es el mayor factor de riesgo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, es esencial esforzarse por llevar una vida sin fumar. Además, hay que tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Una dieta sana y equilibrada, baja en grasas y con una alta proporción de frutas y verduras.
  • Evite los ácidos grasos saturados y las grasas trans. Los ácidos grasos saturados se encuentran especialmente en las grasas animales, las grasas trans en los productos fritos como las patatas fritas o las papas fritas.
  • Mantener un peso ideal: si tiene sobrepeso, incluso una pequeña pérdida de peso reducirá el riesgo de desarrollar PAOD.
  • Ejercicio regular: es especialmente eficaz la práctica de deportes de resistencia.
  • Enfermedades como la diabetes mellitus (diabetes), la hipertensión (presión arterial alta) o la hipercolesterolemia (colesterol alto) deben ser tratadas por un médico.
Danilo Glisic

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