EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)

Básico

Descripción

La abreviatura EPOC significa enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Se trata de una enfermedad crónica de los pulmones causada por la inflamación y, al igual que el asma, el estrechamiento permanente de las vías respiratorias. A diferencia del asma, la medicación no puede ensanchar completamente las vías respiratorias, sino sólo parcialmente.

La EPOC se desarrolla a partir de una bronquitis crónica y/o un enfisema (inflamación de los pulmones) con síntomas como esputo, tos crónica o dificultad para respirar.

La causa más común es el tabaquismo. Alrededor del 90% de los pacientes son (ex) fumadores. Para los fumadores de larga duración, el riesgo de desarrollar la enfermedad es del 20%, lo que no debe subestimarse.

Entre las causas más frecuentes de muerte, la EPOC ocupa el cuarto lugar. En todo el mundo, unos 210 millones de personas padecen la enfermedad y unos 5 millones mueren por ella cada año.

La tendencia va en aumento, ya que es probable que cada vez más personas se conviertan en fumadores en los próximos años.

Entre todos los afectados, los hombres son más propensos que las mujeres.

Causas

La bronquitis crónica es la base de la EPOC. Los cilios, que normalmente se encargan de transportar la mucosidad y la suciedad fuera de los pulmones, se paralizan. Además, los pulmones producen cantidades excesivas de mucosidad. Esto da lugar a síntomas como tos frecuente y esputo. Si la causa de la bronquitis crónica se elimina en este momento (por ejemplo, el tabaquismo), hay muchas posibilidades de que todos los cambios vuelvan a la normalidad.

Si no es así, con el tiempo puede desarrollarse una enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Los cilios se destruyen completamente y la mucosa bronquial se engrosa, estrechando las vías respiratorias.

En una fase posterior, la mucosa de los bronquios retrocede, lo que se denomina atrofia (atrofia tisular).

Esto, a su vez, hace que la pared de los alvéolos se adelgace, se vuelva inestable (especialmente al espirar) y se colapse. Una vez que esto sucede, no hay vuelta atrás, lo que resulta en falta de aire y bajo rendimiento.

La EPOC puede empeorar si se destruyen los tabiques alveolares (paredes de los sacos de aire), lo que hace que los pulmones pierdan elasticidad y se inflen en exceso, como un globo. Los expertos lo llaman enfisema.

La principal causa indiscutible de la EPOC es el tabaquismo. La gravedad y el desarrollo de la enfermedad dependen en gran medida de la cantidad y el tiempo que se haya fumado. No hay que olvidar que el tabaquismo pasivo también daña los pulmones.

Aparte del tabaquismo, el riesgo de enfermedad aumenta por la contaminación atmosférica general y las infecciones respiratorias frecuentes en la infancia. Estudios recientes también han demostrado que vivir junto a una carretera con mucho tráfico, con sus altos niveles de partículas, también está relacionado con el desarrollo de enfermedades.

Otro factor es el entorno de trabajo. Las personas expuestas a altos niveles de contaminación atmosférica, como los mineros, tienen más probabilidades de enfermar.

Las causas más raras de la EPOC son los defectos congénitos. Puede tratarse de una falta de anticuerpos (síndrome de deficiencia de anticuerpos) o de una deficiencia enzimática, por ejemplo, la deficiencia de alfa-1 antitripsina.

Síntomas

Signos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica:

  • Dificultad para respirar (al principio sólo con el esfuerzo, más tarde también en reposo).
  • Tos (empeora progresivamente, especialmente por la mañana)
  • Esputo (se vuelve cada vez más espeso y difícil de expulsar)
  • Pérdida de peso (posiblemente)

Los médicos también hablan de los llamados síntomas AHA (falta de aire, tos, esputo).

En las últimas fases de la enfermedad, puede desarrollarse un cor pulmonale. En este caso, la mitad derecha del corazón se agranda y se debilita cada vez más. Esta debilidad del corazón derecho provoca edemas (retención de agua) en las piernas y ascitis en el abdomen.

Las molestias pueden empeorar de forma aguda en cualquier momento (exacerbación). Causas:

  • infecciones virales o bacterianas
  • Contaminación del aire, por ejemplo, smog, polvo fino
  • clima húmedo y frío
  • Accidentes que lesionan el pecho
  • Medicamento

El agravamiento de los síntomas se manifiesta a través de

  • aumento de la dificultad para respirar
  • Aumento de la tos
  • Aumento del esputo
  • Cambio de color del esputo, por ejemplo, amarillo-verdoso en las infecciones bacterianas
  • Opresión en el pecho
  • Sensación de malestar, cansancio
  • Fiebre

Si padece EPOC y tiene los síntomas anteriores, debe acudir a su médico urgentemente.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica puede clasificarse en diferentes grados de gravedad. El criterio principal es la función pulmonar (capacidad de un segundo; el volumen que se puede exhalar en 1 segundo tras una inhalación máxima):

Gravedad Síntomas Capacidad de un segundo (FEV1)
0 - grupo de riesgo Tos crónica y esputo discreto
1 - leve posiblemente síntomas crónicos: tos, esputo, dificultad para respirar durante el ejercicio extenuante discreto (> 80 % del valor objetivo)
2 - moderado Posiblemente síntomas crónicos: Tos, esputo, dificultad para respirar limitado (50 - 80 % del valor objetivo)
3 - severo posiblemente síntomas crónicos: Tos, esputo, dificultad para respirar limitado (30 - 80 % del valor objetivo)
4 - muy grave Insuficiencia crónica de oxígeno severamente restringido (< 30 % del valor objetivo)

También se puede distinguir según la apariencia externa del enfermo, las transiciones son fluidas:

"globo rosa"

La llamada "sibilancia rosa" tiene como síntoma principal el enfisema. Es delgado, con poca musculatura y sufre una grave falta de aire. La tos irritativa también es un síntoma ocasional. Su causa de muerte más común es la insuficiencia respiratoria.

"Blue Bloater"

La llamada "tos azul" tiene como síntomas principales la tos y los esputos. Suele tener sobrepeso y presenta cianosis (decoloración azulada de labios y uñas por falta de oxígeno). Aunque padece deficiencia de oxígeno, rara vez experimenta dificultad respiratoria. Su causa de muerte más común es la insuficiencia cardíaca derecha.

Diagnóstico

Al principio, el médico tratante realiza una anamnesis (historia clínica). Hay que responder a las siguientes preguntas:

  • ¿Desde cuándo tose? ¿Con qué frecuencia?
  • ¿Tose con más frecuencia con mucosidad (por la mañana)? Si es así, ¿de qué color es el moco?
  • ¿Sufre de falta de aire? Si es así, ¿sólo durante el esfuerzo o también en reposo?
  • ¿Fumas? ¿Has fumado alguna vez? En caso afirmativo, ¿durante cuánto tiempo y cuántos cigarrillos al día?
  • ¿Cuál es su profesión? ¿Está expuesto a sustancias nocivas?
  • ¿Ha disminuido su rendimiento?
  • ¿Ha perdido peso?
  • ¿Sufre alguna otra enfermedad?
  • ¿Tiene otros síntomas, por ejemplo, edema (retención de agua) en las piernas?

Si tiene EPOC, el médico escuchará ruidos (sibilancias, zumbidos) al auscultar sus pulmones. También buscarán signos de falta de oxígeno (cianosis, labios o uñas azules), o de insuficiencia cardíaca (edema, retención de agua en las piernas).

Una prueba de función pulmonar mide la resistencia de las vías respiratorias y la capacidad de los pulmones para diferenciar la EPOC del asma, lo cual es muy importante.

Los niveles de gases en sangre pueden utilizarse para detectar la falta de oxígeno. También buscamos la deficiencia de alfa-1 antitripsina (una proteína) en pacientes mayores de 45 años.

Dado que algunas enfermedades pulmonares y cardíacas pueden causar síntomas similares, a menudo se necesitan radiografías, ECG (electrocardiograma) y otros análisis de sangre para confirmar el diagnóstico. Otros métodos de examen posibles son una prueba de esfuerzo y un cuestionario, por ejemplo el SGRQ, que es específico para la enfermedad.

Exacerbación - deterioro agudo

Si se produce un empeoramiento agudo del cuadro, es imprescindible realizar un análisis de gases en sangre para evaluar mejor la gravedad.

Las indicaciones de una exacerbación grave son los valores de flujo máximo < 100 l/min o una capacidad de un segundo < 1 l.

Además, buscamos indicios de una infección. Los signos en el recuento sanguíneo serían, por ejemplo, el aumento de células inflamatorias (leucocitosis) o el aumento de los valores de PCR (proteína C reactiva, un parámetro de inflamación). Si hay dificultad respiratoria aguda, es aconsejable realizar una radiografía de tórax y un ECG.

Terapia

Objetivos del tratamiento de la EPOC:

  • Aumentar la capacidad de ejercicio
  • Alivio de los síntomas
  • Prevención de las exacerbaciones
  • Mejorar la calidad de vida
  • Evitar complicaciones

Dejar de fumar

La primera prioridad en el tratamiento de la EPOC es dejar de fumar. Esto puede hacerse con la ayuda de medicamentos y apoyo psicosocial. Tras dejar de fumar, los síntomas se reducen significativamente, la función pulmonar mejora y las tasas de mortalidad disminuyen. La restricción del consumo de tabaco no es suficiente para lograr estos cambios.

Las vacunas contra la gripe o el neumococo son aconsejables, ya que los enfermos de EPOC suelen tener infecciones, independientemente de la gravedad de la enfermedad. Además, debe evitarse cualquier exposición al polvo (fino).

Existen cursos especiales de formación en los que no sólo se puede aprender más sobre la enfermedad, sino también técnicas especiales de respiración (por ejemplo, bloqueo de los labios, respiración con los labios fruncidos) y la técnica correcta de inhalación.

Medicamento

Por lo general, se recomienda una terapia escalonada, que varía según la gravedad y los síntomas.

Escenario Medicamento
I Broncodilatadores de acción rápida si son necesarios (beta-2-simpaticomiméticos, por ejemplo, salbutamol y/o anticolinérgicos, por ejemplo, ipratropio).
II Broncodilatadores de acción rápida según sea necesario (beta-2-simpaticomiméticos, por ejemplo, salbutamol y/o anticolinérgicos, por ejemplo, ipratropio, y uno o más broncodilatadores de acción prolongada como tratamiento continuo (beta-2-simpaticomiméticos, por ejemplo, formoterol y/o anticolinérgicos, por ejemplo, tiotropio)
III Broncodilatadores de acción rápida según sea necesario (beta-2-simpaticomiméticos, p. ej. salbutamol y/o anticolinérgicos, p. ej. ipratropio) Y uno o más broncodilatadores de acción prolongada como tratamiento continuo (beta-2-simpaticomiméticos, p. ej. formoterol y/o anticolinérgicos, p. ej. tiotropio) Y cortisona inhalada (especialmente en la exacerbación)
IV Terapia como en el estadio III Y posiblemente oxigenoterapia (a largo plazo) o intervención quirúrgica

Simpaticomiméticos beta-2

Los músculos de las vías respiratorias se relajan y los bronquios se dilatan. Esto mejora el esputo, la tos y la dificultad para respirar. Los preparados de acción corta se utilizan en casos agudos; los preparados de acción prolongada están disponibles para el tratamiento a largo plazo. Su efecto es más lento, pero dura muchas veces más.

Anticolinérgicos

También relajan los músculos de las vías respiratorias y dilatan los bronquios. A diferencia de los simpaticomiméticos beta-2, su efecto es más débil y tarda más en producirse.

Cortisona

Suprime la inflamación de las vías respiratorias y, por tanto, previene las exacerbaciones. Los inhaladores de cortisona son especialmente recomendables porque permiten que la cortisona vaya directamente a los pulmones y actúe. Ya se consiguen buenos resultados con dosis bajas y, por tanto, pocos efectos secundarios. Los comprimidos que contienen cortisona no son adecuados para un tratamiento a largo plazo.

Teofilina

Una sustancia activa para la dilatación a largo plazo de los bronquios. Sin embargo, es más bien un medicamento de reserva en caso de que la terapia convencional no funcione. La razón es el alto índice de efectos secundarios causados por un nivel fluctuante del ingrediente activo. Por lo tanto, cuando se administra teofilina, es necesario que un médico controle regularmente el nivel de la sustancia activa en la sangre.

Los fármacos mucolíticos (expectorantes, micolíticos) no se recomiendan necesariamente, sino que sólo se utilizan en casos de mucosidad excesiva o infecciones agudas. Las inhalaciones con soluciones salinas también pueden ayudar a aflojar la mucosidad. Si hay una infección bacteriana, suelen ser necesarios los antibióticos.

Otras terapias

Fisioterapia

Esto apoya el tratamiento con medicamentos. Los masajes con golpecitos ayudan a la tos y los ejercicios de respiración mejoran el rendimiento.

Los ejercicios de respiración ayudan a mejorar la técnica respiratoria, la ventilación pulmonar (aireación) para suministrar oxígeno al cuerpo. La respiración ideal también ayuda a reducir la susceptibilidad a las infecciones. La terapia respiratoria se utiliza para aprender técnicas especiales de respiración que dan confianza en uno mismo, entrenan los músculos abdominales y aumentan el rendimiento. Enseña a los enfermos a ayudarse a sí mismos.

Asiento de cochero: Apoye los brazos en los muslos o en una mesa para facilitar la exhalación. Cierra los ojos y respira tranquila y uniformemente.

Freno de labios: Cerrar los labios sin apretar. Ahora exhala por la boca lo más lentamente posible. Las mejillas se hincharán un poco al hacerlo. Esta técnica ralentiza el flujo respiratorio y ayuda a mantener los bronquios abiertos.

Ejercicio físico

El ejercicio es una parte integral del tratamiento a largo plazo de la EPOC. El ejercicio regular mejora la calidad de vida, aumenta la tolerancia al ejercicio y minimiza la frecuencia de las exacerbaciones.

Terapia a largo plazo con oxígeno

En la EPOC grave, especialmente en la insuficiencia cardíaca derecha (insuficiencia cardíaca), la oxigenoterapia tiene sentido. El oxígeno se inhala de las botellas a través de un tubo nasal durante 16-18 horas al día. Esto evita la falta de aire al estabilizar la saturación de oxígeno en la sangre.

Operación

Los pacientes que ya han desarrollado un enfisema (inflamación de los pulmones) a veces tienen la opción de someterse a una intervención quirúrgica. Se trata de eliminar el tejido de los bronquios dilatados que ya no participa en el intercambio de gases. Esto se denomina cirugía de reducción del volumen pulmonar, que puede mejorar la función pulmonar en algunas personas.

Dieta y peso

La pérdida de peso no deseada puede indicar un empeoramiento de la enfermedad. Por lo tanto, el peso debe controlarse regularmente. En algunos casos, puede ser necesaria una terapia nutricional para recuperar el peso perdido.

Sin embargo, también puede haber un aumento repentino de peso. Suele ser un indicio de insuficiencia cardíaca derecha. Esto significa que la capacidad del corazón ya no es suficiente para mantener una circulación sanguínea normal. Esto conduce a la estasis de la sangre, que da lugar a un edema (retención de agua), sobre todo en las piernas.

Ayudas

Cuando la EPOC es grave, muchas personas ya no pueden gestionar su vida cotidiana por sí mismas. Las pequeñas ayudas pueden ayudarles a ser independientes. Pueden ser extensiones de calzador o rollators (ayudas móviles para caminar).

Exacerbación

Cuando las infecciones o el clima frío y húmedo afectan a la EPOC, la enfermedad puede empeorar de forma aguda. Los médicos llaman a esto una exacerbación. En cursos especiales de formación, se puede aprender a reconocerlos y tratarlos de forma precoz.

Las exacerbaciones se dividen en 3 grados de gravedad: leve, moderada y grave.

Dependiendo de la gravedad y de los síntomas, la atención puede prestarse de forma ambulatoria o en régimen de hospitalización.

A veces puede bastar con aumentar la dosis de medicación. Si los síntomas como los esputos, la tos y la falta de aire siguen aumentando, se debe consultar a un médico. También son alarmantes la fiebre o el esputo amarillo-verdoso, que indican una infección bacteriana. Si efectivamente hay una infección, se trata con antibióticos. Si no hay mejora, es necesario el tratamiento hospitalario.

En el caso de una exacerbación grave, también es necesario el tratamiento hospitalario:

  • falta de aliento severa
  • Capacidad de un segundo < 30
  • Rápido deterioro de la condición
  • edad avanzada
  • otras enfermedades

Previsión

El pronóstico de la EPOC depende en gran medida de si se puede detener la progresión de la enfermedad. El primer paso es abandonar el consumo de tabaco. Si es así, todos los síntomas mejoran, la función pulmonar mejora y la esperanza de vida aumenta.

La medicación también puede mejorar la condición. Sin embargo, el tejido pulmonar dañado y no funcional no puede salvarse. La esperanza de vida de las personas que padecen la enfermedad se ve acortada por complicaciones como las exacerbaciones.

Dado que la EPOC es una enfermedad crónica y progresiva, es necesario que el médico realice revisiones periódicas. Si la mayoría de las veces no tiene síntomas, basta con las revisiones anuales. Sin embargo, si su estado empeora (aumento de los esputos, tos o dificultad para respirar), la única forma de detectar y tratar una evolución negativa de la EPOC es acudir al médico lo antes posible.

Posibles complicaciones:

  • infecciones bronquiales frecuentes, neumonía
  • Deterioro de la función pulmonar, que provoca falta de aliento
  • Cianosis (decoloración azul de labios y uñas por falta de oxígeno)
  • Enfisema pulmonar (distensión de los pulmones) debido a la destrucción del tejido en los pulmones
  • Cor pulmonale (insuficiencia cardíaca derecha), que provoca edema (retención de agua) en las piernas
  • Exacerbaciones repetidas (empeoramiento agudo)
  • Insuficiencia cardíaca y fallo de los músculos respiratorios: ¡peligro de muerte!

Prevención

La medida más importante para prevenir la EPOC es dejar de fumar o (no empezar). Aproximadamente el 90% de los pacientes han fumado durante mucho tiempo o aún no lo han dejado.

Procure no exponerse a condiciones ambientales nocivas, como el polvo, el frío o el aire muy contaminado (¡habitaciones con humo!) durante más tiempo del absolutamente necesario. Esto se aplica tanto al trabajo como al ocio.

Se recomienda la vacunación contra la gripe y los neumococos.

Si ya padece una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, puede hacer lo siguiente para evitar una exacerbación (empeoramiento agudo):

  • Si sigue fumando, déjelo. Su condición mejorará y el riesgo de una exacerbación disminuirá significativamente.
  • Asistir a clases de educación del paciente, que pueden ayudar a minimizar la hospitalización. Tendrá la oportunidad de aprender a manejar su condición adecuadamente. También conocerá la dosis correcta de medicación en caso de exacerbación.
  • Hacer ejercicio regular y suficiente.
  • Vacúnate contra la gripe y el neumococo.
  • Utilizar ejercicios de respiración. Esto mejora la técnica respiratoria, la ventilación pulmonar y, por tanto, el suministro de oxígeno al cuerpo. También reduce el riesgo de infecciones respiratorias agudas. Los ejercicios son, por ejemplo, el asiento del carro, el freno de labios.
  • Sométase a masajes de tapping. Ayudan a expulsar la mucosidad.
  • Evite las habitaciones con mucho humo, así como los lugares con gran contaminación atmosférica (polvo, humo).
  • Presta especial atención a tu dieta y a tu peso. Cada kilo de peso innecesario supone una carga para el organismo, al igual que el bajo peso empeora el pronóstico.
  • Bebe mucho líquido (¡agua!) e inhala soluciones salinas. Esto hace que sea más fácil toser con mucosidad.
  • Si está expuesto a niveles elevados de contaminantes en el trabajo, debe ponerse en contacto con el médico de su empresa y buscar tratamiento inmediatamente.
  • Apoye su sistema inmunológico. Para ello, siga una dieta saludable (muchas verduras y frutas frescas, suficiente líquido) y evite el estrés y otros factores perjudiciales similares.

Consejos

EPOC y deporte

Con la ayuda de la fisioterapia y el entrenamiento respiratorio, puedes combatir tu falta de aire y aumentar la resistencia y el rendimiento.

Además de los beneficios físicos, el ejercicio reduce la ansiedad y la depresión.

Otro efecto secundario positivo es la mejora de los niveles de lípidos en sangre, la hipertensión arterial u otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los programas de formación son una parte integral de la terapia. Allí se aprenden las técnicas correctas de inhalación y las medidas de primeros auxilios en caso de dificultad respiratoria aguda.

Muchos enfermos limitan su rendimiento físico al mínimo por miedo. Sin embargo, escatimar el cuerpo conduce a una disminución del rendimiento y, por tanto, a un descenso de la calidad de vida, al aislamiento y a la depresión. Comienza un círculo vicioso. Para evitar que esto le ocurra, debe hacer ejercicio de forma regular y suficiente en su vida diaria.

Los pacientes con síntomas leves, en particular, deben mantener o aumentar su rendimiento para no quedarse sin aliento tan rápidamente durante el esfuerzo.

Es necesario planificar bien las actividades deportivas porque el rendimiento físico está limitado por la EPOC. En general, se puede practicar cualquier tipo de deporte, pero hay que aclarar previamente con el médico qué tipo de deporte es el más adecuado o conveniente.

Es especialmente importante no aumentar la duración y la intensidad del entrenamiento demasiado rápido. De lo contrario, se corre el riesgo de entrenar en exceso y perder la diversión del ejercicio.

Aumente la intensidad de los ejercicios de forma lenta pero continua:

Empieza con unos minutos de ejercicio, varias veces al día. Incluso si tiene ligeras quejas o poca motivación. Antes y después del entrenamiento (posiblemente también durante) debe medir el flujo máximo (fuerza del flujo respiratorio).

El ejercicio siempre es más divertido cuando se hace en compañía. Muchos lugares tienen sus propios grupos de deportes de pulmón que se entrenan juntos de forma específica.

El entrenamiento debe comenzar siempre con una breve fase de calentamiento (estiramientos, caminatas lentas). Esto estimula el metabolismo y los músculos respiratorios sobrecargados se relajan notablemente.

Utilice el "freno de labios" durante el entrenamiento para evitar la falta de aire o para mantenerlo dentro de un rango tolerable. Exhala lo más lentamente posible con los labios bien cerrados. Sus mejillas se hincharán ligeramente. Esta técnica respiratoria ralentiza la respiración y mantiene los bronquios abiertos.

Una vez terminado el ejercicio, los ejercicios de estiramiento ayudan a prevenir los calambres.

Deportes especialmente adecuados:

  • Bicicleta estática
  • Ciclismo
  • Footing ligero, marcha nórdica
  • Subida de escaleras "terapéutica"
  • Entrenamiento muscular inspiratorio (entrenamiento especial de los músculos respiratorios)
  • entrenamiento especial de fuerza con banda gimnástica para los músculos respiratorios

Algunos estudios dan motivos para creer que el entrenamiento de fuerza tiene un efecto especialmente positivo en la EPOC. Sin embargo, esta suposición aún debe probarse más.

Las personas con EPOC se benefician del ejercicio, y su calidad de vida mejora porque la respiración se hace más fácil y hay menos episodios de disnea.

Para estar seguro de la cantidad de ejercicio que es saludable para usted, debe consultar primero a un médico.

Danilo Glisic

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