Cortar y archivar
Dado que una uña infectada es una fuente permanente de infección para ti y para los demás, debes cortar la mayor parte posible de la uña afectada. Después de cortar la uña, se recomienda también limar bien la superficie. Repite el cuidado de las uñas regularmente y ten cuidado de no lesionarte.
Es necesario desinfectar las herramientas utilizadas después de cada uso. Para ello se puede utilizar alcohol isopropílico al 70% u otro desinfectante. Las limas de arena deben desecharse después de un solo uso.
Esmalte de uñas y pomada
Si sólo está afectado el borde de la uña, la aplicación externa puede ser suficiente. Para ello, existen pomadas o barnices patentados cuyos ingredientes tienen efectos fungicidas (antifúngicos). Penetran incluso en las partes más duras de la uña, donde las cremas ordinarias fallan.
Para optimizar el efecto, la superficie de la uña debe ser rugosa antes de cada uso.
Incluso después de una aplicación exitosa y de haber eliminado el hongo, puede pasar algún tiempo hasta que la decoloración desaparezca debido al nuevo crecimiento de la uña sana.
Medicamento
En los casos graves de hongos en las uñas (lecho ungueal infectado) o si hay varias uñas afectadas, la toma de medicamentos suele ser la única salida.
Un requisito previo para el éxito del tratamiento farmacológico es el cumplimiento de la dosis recomendada hasta que la uña infectada haya crecido por completo. Dependiendo de la localización de la infección, tarda entre 3 y 6 meses, pero en casos excepcionales hasta más de un año.