Básico
Especialmente los niños pequeños suelen quejarse sin que uno pueda determinar qué es lo que realmente les pasa. Entonces lloran, se cuelgan de los faldones todo el tiempo y quieren atención todo el tiempo. Las causas de este comportamiento son muy diversas. Desde el hambre y el mal humor hasta el dolor de estómago, la fiebre o el dolor de muelas, todo es posible. Tarde o temprano, la mayoría de los niños también enferman de una infección aguda del oído medio, otitis media acuta en el término técnico.
Pero no es tan fácil determinar si son realmente los oídos o sólo un mal humor lo que está estropeando el día. Por eso hay que prestar atención incluso a los más pequeños signos de enfermedad. Por ejemplo, el hecho de jugar con la oreja más a menudo o el enrojecimiento del pabellón auricular pueden indicar que le duelen los oídos. Una reducción de la audición o el hecho de acostarse sobre un oído también puede indicar una otitis media.