Básico
La leucemia es un diagnóstico que probablemente sorprende a todo el mundo al principio, a pesar de que en los últimos años se han producido éxitos decisivos en el desarrollo de métodos de tratamiento más eficaces contra el cáncer de la sangre.
Sin embargo, el pronóstico depende en gran medida de la forma concreta de leucemia. Básicamente, se distingue entre leucemia linfática aguda (LLA) y leucemia mieloide aguda (LMA). Mientras que la LLA afecta principalmente a los niños, el 80% de los pacientes con LMA son adultos.
Definición de leucemia mieloide aguda
Si se traduce exactamente el nombre de la enfermedad, ya se sabe de qué se trata. Por un lado, el nombre "leucemia" indica que los leucocitos (glóbulos blancos) están alterados, por lo que se encuentran en mayor número en la sangre (-aemia). El sufijo mieloide indica que la serie mieloide de la formación de la sangre está afectada. Esto da lugar a formas especiales de leucocitos, como los llamados granulocitos y monocitos. Ambos contribuyen significativamente a la defensa inmunitaria del organismo.
La leucemia mieloide aguda es, por tanto, una enfermedad maligna de la formación de la sangre en la que se forma un número creciente de células mieloides y sus precursores, que son expulsados de la médula ósea. Como resultado, no sólo hay precursores sin función en la sangre, sino que otras células sanguíneas también se ven alteradas en su desarrollo.
Prevalencia de la leucemia mieloide aguda
La LMA es una enfermedad muy rara, con unos tres casos nuevos por cada 100.000 habitantes al año. Afecta principalmente a personas de edad avanzada. Los hombres se ven afectados con algo más de frecuencia que las mujeres. Sin embargo, además de las personas mayores, los recién nacidos y los bebés también suelen padecer LMA cuando desarrollan leucemia.