El aire exhalado es normalmente inodoro. Si todavía puedes olerlo, es mal aliento.
Esto puede ocurrir durante un corto período de tiempo, después de comer alimentos como la cebolla y el ajo, o a largo plazo y convertirse así en una molestia.
La causa suele estar oculta en la cavidad oral. Las inflamaciones, el cuidado inadecuado de los dientes y las encías, pero también las enfermedades pulmonares o estomacales pueden provocar mal aliento.
Muchas enfermedades diferentes pueden causar mal aliento. Sin embargo, la causa suele encontrarse en la boca, la nariz, la garganta o los senos paranasales.
El aire exhalado puede ser olido, por ejemplo, por las bacterias que descomponen los residuos de los alimentos y liberan gases sulfurosos y otros. Los alimentos que contienen proteínas, como los productos lácteos y el pescado, favorecen el mal aliento.
El mal aliento se caracteriza por un aliento maloliente. A menudo, la persona afectada no lo nota, pero los que la rodean sí.
El mal aliento que dura unas horas proviene de ciertos alimentos como la cebolla o el ajo. Esto puede aliviarse simplemente mejorando la higiene bucal.
El mal aliento patológico, en cambio, es un problema permanente (halitosis, foetor ex ore).
Las bacterias que proliferan en la boca y la garganta también liberan más gases sulfurosos y ácidos grasos cuando descomponen los residuos de los alimentos. Esto conduce a un pronunciado mal olor.
A veces la causa puede atribuirse al olor. El mal aliento ácido, por ejemplo, es característico de una enfermedad estomacal, mientras que el olor a acetona es característico del ayuno prolongado y de una diabetes mal controlada.
El mal aliento también es típico de los fumadores.
Es importante averiguar la causa del mal aliento. Esto puede requerir exámenes de varios especialistas.
La terapia depende de la causa.
Los empastes defectuosos deben ser tratados por un dentista.
Si la causa no está en la cavidad oral, el especialista adecuado debe determinar el tratamiento.
También depende de la causa. Si el mal aliento es causado por ciertos alimentos, la condición mejora después de evitar el alimento en cuestión.
La higiene bucal ayuda con causas como la placa en los dientes y la lengua. No hay que olvidar el uso del hilo dental para limpiar también los espacios entre los dientes. También se recomiendan otras ayudas como limpiadores linguales y enjuagues bucales antibacterianos.
Un dentista le explicará cómo llevar a cabo la higiene bucal diaria, en qué consiste y si es necesaria una limpieza profesional.
Si el mal aliento está causado por enfermedades, la visita al médico y el tratamiento adecuado son esenciales para mejorar el aliento.
Si no hay ninguna enfermedad responsable del mal aliento, se puede prevenir fácilmente con una mejor higiene bucal y dental:
Danilo Glisic
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