Una vejiga demasiado activa suele ser la causa de la nicturia. Las personas afectadas (en su mayoría mujeres) tienen que ir al baño con mucha frecuencia, no pueden reprimir las ganas de orinar y también pierden orina involuntariamente. El día y la noche suelen estar igualmente afectados.
En los hombres mayores, la micción nocturna está causada principalmente por el agrandamiento benigno de la próstata (hiperplasia prostática). Esto ejerce una presión sobre la uretra, de modo que la vejiga no puede vaciarse completamente y la necesidad de orinar ya se produce con una cantidad de llenado menor.
Las personas con insuficiencia cardíaca suelen almacenar agua o edema en las piernas durante el día. Se retiran de nuevo por la noche y desencadenan las ganas de orinar.
Otras causas:
- Medicación diurética
- Infección de la vejiga
- Embarazo
- Ritmo diario invertido (la mayor parte de la orina se produce por la noche)
- Músculos del suelo pélvico caídos (debido al parto o al sobrepeso)
- Incontinencia (debilidad del esfínter de la vejiga)
- Diabetes mellitus (diabetes)
- Consumo de alcohol
- Beber grandes cantidades antes de ir a dormir
- Reducción de la capacidad de la vejiga