Básico
La articulación de la rodilla está sometida a una gran tensión a través de diversos movimientos, como durante las actividades deportivas. Por ello, la rodilla se estabiliza y se apoya en los ligamentos laterales y cruzados, así como en los músculos de la parte inferior y superior del muslo.
Los ligamentos colaterales se encargan de estabilizar el interior y el exterior de la rodilla, especialmente cuando la rodilla está en posición extendida. Si la articulación de la rodilla está doblada, los ligamentos colaterales no están tensos. En cambio, el ligamento cruzado anterior se encarga de estabilizar la rodilla cuando se tensa hacia delante y el ligamento cruzado posterior cuando se tensa hacia atrás.
En la mayoría de los casos, el ligamento cruzado anterior se ve afectado por accidentes, pero el ligamento colateral medial también puede resultar dañado a menudo, especialmente por diversas lesiones deportivas (esquí, fútbol).