La cirugía ofrece los mejores resultados a largo plazo, pero debe sopesarse con los peligros de la intervención quirúrgica. Especialmente en personas poco activas en el deporte, se puede conseguir una buena estabilidad de la articulación de la rodilla a pesar de una rotura del ligamento cruzado anterior mediante un entrenamiento constante de los músculos del muslo. Si la estabilidad obtenida es suficiente para el estrés cotidiano, que suele ser el caso, una operación no es absolutamente necesaria para estas personas.
En las personas activas y especialmente en los deportistas, el ligamento cruzado anterior se sustituye quirúrgicamente para recuperar la estabilidad total de la articulación de la rodilla.
El procedimiento estándar actual es la reconstrucción del ligamento cruzado asistida por artroscopia. En este procedimiento, el tendón de la rótula, por ejemplo, que se encuentra entre la rótula y la tibia, se toma como sustituto del ligamento cruzado anterior original. Este tendón tiene la longitud adecuada y puede ser extirpado quirúrgicamente para que haya un pequeño trozo de hueso en ambos extremos del tendón. Durante una artroscopia (endoscopia articular), el tendón rotuliano se fija en la misma posición que el tendón del ligamento cruzado original. Las piezas óseas se fijan en el hueso de la tibia y en el del fémur mediante tornillos o prensado.
Otros injertos de tendón son más adecuados que la sustitución del tendón rotuliano, especialmente para los pacientes que tienen que realizar actividades frecuentes de rodillas. Por ejemplo, se pueden utilizar partes de los tendones de los músculos del muslo, como el tendón gracilis o el tendón semitendinoso.
En cuanto a los nuevos métodos, en los que se pretende apoyar la curación del ligamento cruzado con la ayuda de las células madre del propio cuerpo procedentes de la médula ósea, todavía faltan datos empíricos sobre los beneficios y los riesgos de estas terapias.
En el periodo posterior a la operación, la rodilla debe descansar, ya que el ligamento cruzado anterior sustituido puede no estar aún completamente cargado. El enfriamiento con hielo y la fisioterapia apoyan el proceso de curación. El drenaje linfático puede ser útil si la rodilla está hinchada. Al principio, debe usarse una rodillera especial para estabilizar la articulación. Para restablecer plenamente la función de la articulación de la rodilla, es especialmente importante entrenar la rodilla con ejercicios cuidadosos y reconstituyentes y con fisioterapia.