Básico
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que se propaga por todo el mundo. Los síntomas característicos del sarampión son erupción cutánea, fiebre alta y síntomas en las vías respiratorias superiores. Además, son posibles complicaciones graves como la neumonía o la encefalitis. Una vez superada la infección, los afectados suelen tener inmunidad de por vida contra nuevos brotes de sarampión.
En contra de la opinión generalizada de que el sarampión es una enfermedad infantil inofensiva, en realidad es una enfermedad grave y cargada de complicaciones que se cobra un elevado número de víctimas, especialmente en regiones económicamente desfavorecidas como África y Asia. Según las estimaciones, alrededor de un millón de niños mueren de sarampión en los países en desarrollo cada año; estas vidas podrían salvarse fácilmente con la vacunación contra el sarampión.
En los países industrializados, el número de casos de sarampión se ha reducido considerablemente gracias a la introducción de la vacunación. Sin embargo, las epidemias locales de sarampión se producen con regularidad porque hoy en día se suele descuidar la protección de la vacunación.
El sarampión es una enfermedad de declaración obligatoria en Austria. Esto significa que cualquier sospecha de la enfermedad, así como la enfermedad y la muerte por sarampión, deben notificarse ya a la autoridad administrativa competente del distrito.