La sífilis, si no se trata adecuadamente, tiene un curso típico de la enfermedad, que se divide en cuatro etapas. La primera y la segunda etapa se agrupan como sífilis temprana, las etapas tres y cuatro juntas se llaman sífilis tardía.
Etapa primaria (1ª etapa)
El periodo de incubación, es decir, el tiempo que transcurre desde la infección hasta la aparición de los primeros síntomas, puede ser de entre 10 y 90 días. Después de este periodo de incubación, puede aparecer una úlcera en la piel o en la mucosa por donde entró el patógeno. También se denomina efecto primario o chancro duro. Dado que la sífilis se transmite a través de las relaciones sexuales en la mayoría de los casos, estas úlceras suelen aparecer en el pene o la vagina. Si se produce una úlcera en la zona íntima, siempre hay que pensar en la sífilis. Sin embargo, dicha úlcera también puede encontrarse en el intestino tras el coito anal y en la boca tras el coito oral.
Se trata de una úlcera enrojecida que suele segregar una secreción altamente infecciosa. Posteriormente, los ganglios linfáticos vecinos se ven afectados por la infección, lo que se nota por una hinchazón de los mismos. Incluso sin terapia antibiótica, la úlcera suele curarse al cabo de unas semanas.
Fase secundaria (fase 2)
Esta etapa, que se produce entre tres y seis semanas después de los primeros síntomas, se caracteriza por síntomas inespecíficos, como el aumento de la temperatura corporal, la fatiga y el dolor de extremidades y de cabeza. Además, muchos ganglios linfáticos pueden hincharse por todo el cuerpo. Al cabo de otras dos semanas, aparece una erupción cutánea, que inicialmente presenta manchas sensibles y ligeramente enrojecidas. Posteriormente, estas manchas se convierten en nódulos gruesos y oscuros, que también se denominan álamos. Los álamos especialmente grandes se denominan condilomas lata, que pueden reventar y, por tanto, segregar grandes cantidades de secreción infecciosa. En algunos casos, estas lesiones de sífilis también son visibles en la mucosa de la boca o en la zona genital. La pérdida de cabello también se observa en casos muy raros.
Estos cambios en la piel y la mucosa remiten después de hasta cuatro meses, pero sin un tratamiento adecuado pueden reaparecer una y otra vez en un plazo de dos años.
Fase latente
Después de las etapas de la sífilis temprana, la enfermedad puede volverse sésil en muchas personas afectadas. Sin embargo, a partir de la fase latente, la enfermedad puede reaparecer después de mucho tiempo y dar lugar a la llamada sífilis tardía. Incluso en la fase latente de la sífilis, las bacterias siguen estando en el cuerpo de la persona infectada, por lo que también existe el riesgo de infección en este momento. Sin embargo, cuanto más tiempo pase sin que aparezcan los síntomas, menor será el riesgo de infectar a otras personas.
Etapa terciaria (3ª etapa)
Entre tres y cinco años después de los síntomas locales (úlceras, ganglios linfáticos inflamados), la enfermedad puede tomar un curso sistémico. Varios órganos del cuerpo se ven afectados, como los vasos sanguíneos, el tracto respiratorio, el tracto gastrointestinal, los músculos y los huesos. Además, en los órganos afectados se forman unos nódulos endurecidos parecidos a la goma, llamados gomas (en singular: gumma).
Estos nódulos pueden abrirse y causar daños en el tejido circundante. Si estas gomas se producen en la zona de la aorta (arteria principal), puede producirse un abombamiento de las paredes del vaso (aneurisma), que puede poner en peligro la vida.
Neurolues (4ª etapa)
Si la sífilis se sigue tratando de forma inadecuada, la enfermedad alcanza una fase de diez a veinte años después de su aparición en la que se producen graves daños en el sistema nervioso. En aproximadamente el 25% de los casos, se produce una inflamación persistente del cerebro (sífilis cerebroespinal), que conduce a una pérdida constante de la capacidad cerebral y, finalmente, a la demencia.
La sífilis también puede afectar a la médula espinal y a las raíces nerviosas y nervios que salen de ella. Al principio, esto se nota a través de un dolor intenso, y luego la destrucción de los nervios lleva a una pérdida de la percepción del dolor y la temperatura. Las funciones de los órganos controlados por el sistema nervioso autónomo (inconsciente) también pueden verse afectadas. Por ejemplo, el control de la micción y la defecación puede verse alterado. Además, los enfermos tienen problemas de coordinación al caminar. En el peor de los casos, la enfermedad puede conducir a la parálisis.
Sin embargo, esta fase de la sífilis ya no se observa en los países occidentales, ya que la enfermedad es fácilmente tratable con antibióticos.