Si se ejerce demasiada presión sobre el tejido subyacente, esto puede provocar la aparición de úlceras por presión. Los factores decisivos para la aparición de úlceras por presión son también los factores de riesgo específicos del paciente, así como la duración de la presión elevada sobre el tejido.
Si la presión supera un determinado valor, los vasos sanguíneos pueden comprimirse y morir como consecuencia de la falta de oxígeno y nutrientes.
Tumbado y sentado:
El riesgo de desarrollar úlceras por presión es especialmente alto cuando la movilidad es muy limitada, es decir, cuando los pacientes sólo pueden estar sentados o tumbados durante un largo periodo de tiempo. Este grupo de riesgo incluye sobre todo a las personas mayores que están confinadas en la cama debido a enfermedades agudas o crónicas, o a las personas que dependen de una silla de ruedas. También puede afectar con frecuencia a los diabéticos, que son menos sensibles a la presión externa y no la perciben en la medida adecuada.
Las úlceras por presión son especialmente frecuentes en las zonas donde hay más presión sobre el tejido. Esto incluye, sobre todo, los lugares en los que hay poca grasa y tejido muscular, y por tanto los huesos no están protegidos. Los lugares en los que los huesos están directamente bajo la piel son las nalgas, los grandes trocánteres de la parte exterior del muslo y los talones, siendo los talones y las nalgas los lugares más comunes. Sin embargo, también es posible que se produzcan lugares de origen inusuales, dependiendo de la posición del paciente o de la postura al sentarse. Se trata de las orejas, la parte posterior de la cabeza, los omóplatos y los dedos de los pies.
En raras ocasiones, las úlceras por presión pueden producirse cuando el paciente está en posición prona, durante una operación, por ejemplo. En este caso, las rodillas, la cara, el pubis y la parte superior de los pies son los principales lugares con riesgo de que se formen úlceras por presión.
Si un paciente está confinado en una silla de ruedas, por ejemplo después de una paraplejia, es más probable que las úlceras por presión se desarrollen en la zona del talón, las nalgas, los dedos del pie o la rodilla.
La irrigación sanguínea y el drenaje están deteriorados:
Otro problema es la interrupción del suministro de sangre debido al aumento de la presión y la reducción del flujo de salida a través de los vasos sanguíneos venosos. Esta afección provoca un aumento de los metabolitos ácidos en el tejido, lo que desencadena un reflejo natural en las personas sanas: el movimiento alivia la parte del cuerpo afectada y, como resultado, la presión disminuye y el flujo sanguíneo al tejido vuelve a la normalidad.
Sin embargo, si una persona se mueve insuficientemente, como es el caso de los pacientes encamados, se produce una acumulación de productos metabólicos ácidos y una dilatación relacionada de los pequeños vasos sanguíneos arteriales. Esto da lugar a un enrojecimiento de la piel, ya que el suministro de sangre aumenta debido a la dilatación. Otro fenómeno es que el líquido sale de los vasos sanguíneos hacia el tejido circundante. Esto provoca la hinchazón del tejido, con la acumulación de agua entre las células. Además, se observa que se forman ampollas y, por tanto, el tejido se destruye más ampliamente.
Piel fina y poco elástica:
Dado que las úlceras por presión afectan sobre todo a las personas mayores, cuya piel pierde elasticidad y firmeza con el paso del tiempo, el "deslizamiento en la cama" puede provocar la abrasión de la piel, normalmente fina. Esto puede llevar a la separación de capas enteras de la piel.
Otros factores decisivos para el desarrollo de una úlcera por presión son el estado nutricional y la edad del paciente, así como la causa del confinamiento en la cama. Si la piel ya está dañada por enfermedades anteriores, como suele ocurrir en el caso de los diabéticos, por ejemplo, puede aparecer una úlcera por presión en menos de dos horas. Si los pacientes tienen menos grasa protectora, el hueso también está expuesto a una mayor presión.
Otra causa de desarrollo es la reducción del control de la orina o las heces y la humedad constante asociada en la zona del ano o la vagina. Dado que la piel húmeda se ablanda más rápidamente, es más fácil que se forme una úlcera por presión. Los analgésicos y otros medicamentos también pueden aumentar el riesgo de sufrir una úlcera por presión.