¿Ayudan la vitamina C y la vitamina E a las mujeres con endometriosis?

Una de las enfermedades ginecológicas más comunes:

En la endometriosis, las células corporales similares al endometrio se asientan fuera de la cavidad uterina. A pesar de su naturaleza benigna, la mayoría de las afectadas sufren fuertes dolores menstruales, dolor abdominal (entre períodos) y sensaciones dolorosas durante las relaciones sexuales. Si no se trata, la enfermedad suele ser crónica y dependiente de los estrógenos. Aunque todavía no se conoce la causa exacta, esta enfermedad se caracteriza por un proceso inflamatorio. Se trata de una sobreproducción de sustancias que inician o mantienen una respuesta inflamatoria en el organismo debido al estrés oxidativo (es decir, mediadores inflamatorios). Por consiguiente, este estrés oxidativo (OS) podría desempeñar un papel importante en la causa de la endometriosis. En la OS, se produce un desequilibrio entre las especies reactivas del oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) y los antioxidantes biológicos. Estas moléculas de RS son moléculas de señalización que pueden influir en los procesos inmunológicos y en el metabolismo celular, pero su desequilibrio también puede provocar daños celulares inducidos por las ROS.

Según los investigadores, hay pruebas de que las mujeres con endometriosis tienen niveles más altos de moléculas ROS y una menor capacidad antioxidante que las mujeres sin la enfermedad.

La mejora de los niveles de antioxidantes podría reducir los daños de la endometriosis.

La administración de suplementos antioxidantes con vitamina C y vitamina E en mujeres con endometriosis ha mostrado resultados mixtos en los estudios realizados hasta la fecha. Mientras que en algunos estudios este tratamiento vitamínico mejora significativamente los marcadores antioxidantes, otros investigadores insisten en que se realicen más ensayos controlados aleatorios sobre este tema debido a la insuficiente correlación.

Por ello, los investigadores estudiaron ahora la importancia de la suplementación con vitaminas antioxidantes en relación con los marcadores oxidativos y las puntuaciones de dolor en mujeres con endometriosis.

Diseño del estudio:

El ensayo clínico aleatorio y controlado con placebo, publicado en la revista científica Pain Research & Management en 2021, estudió a 60 mujeres de entre 15 y 45 años. Todas las participantes en el estudio tenían endometriosis con dolor pélvico comprobado con una laparoscopia. Fueron remitidos y tratados en el Hospital de Sarem, en Irán, de junio a noviembre de 2017. Todas las mujeres firmaron un formulario de consentimiento informado. Los participantes en el estudio se dividieron aleatoriamente en dos grupos. Mientras que al grupo A (30 sujetos) se les administró vitamina C en la cantidad de 1000 mg/día en 2 comprimidos de 500 mg cada uno (fabricante: Zahravi Pharmaceutical Co., Irán) y vitamina E en una dosis de 800 UI/día en 2 comprimidos de 400 UI cada uno (fabricante Zahrabi Pharmaceutical Co., Irán), el grupo B (30 sujetos) recibió un placebo (manitol y estearato gástrico-polivinilpirrolidona del fabricante: Hakim Pharmaceutical Co.) cada día durante ocho semanas.

Las condiciones de participación eran:

• Sin enfermedad inflamatoria pélvica previa
• No ha tomado suplementos dietéticos en los últimos seis meses
• No hay enfermedades crónicas autoinmunes o metabólicas
• Sin tabaco ni alcohol
• Ninguna dieta especial (por ejemplo: vegetariana)

Los criterios de exclusión fueron:

• Efectos secundarios graves de las vitaminas o del placebo

Analizar la percepción subjetiva:

Se utilizó una escala visual analógica para evaluar la percepción subjetiva del dolor de los participantes. Se evaluó antes de la fase de intervención y cada quince días después del inicio del tratamiento. En este caso, una puntuación de 0 significa que no se sentía ningún dolor (es decir, dolor pélvico, dismenorrea y dolor asociado a las relaciones sexuales) y 10 significa que había un dolor insoportable.

A continuación, se tomaron muestras de sangre de los participantes mediante la punción de una vena periférica del cuerpo y se analizaron en el laboratorio interno del hospital.

Las comparaciones múltiples se ajustaron mediante la corrección de Bonferroni. Se trata de una prueba rigurosa que corrige cualquier falsa significación de los resultados. Con varias pruebas o grupos idénticos, la probabilidad de encontrar un resultado importante sin que tenga un efecto real aumenta enormemente: la corrección de Bonferroni lo compensa. Sin embargo, la prueba es muy estricta, ya que el inconveniente aquí es que no se pueden detectar resultados significativos debido a la corrección, aunque tengan un efecto real.

Resultados del estudio:

A pesar de las estrictas evaluaciones, se encontró una disminución significativa de los biomarcadores de estrés oxidativo y de las moléculas ROS tras el tratamiento con vitamina C y vitamina E en comparación con el grupo placebo. No se registró una disminución notable de la capacidad antioxidante tras la intervención. El dolor pélvico percibido, la dismenorrea y el dolor relacionado con las relaciones sexuales se redujeron significativamente en el grupo de intervención tras la fase de tratamiento.

Conclusión:

Según los resultados de la investigación, la suplementación dietética con vitamina C y vitamina E podría minimizar significativamente el estrés oxidativo sistémico en mujeres con endometriosis. Por lo tanto, para consolidar y ampliar estos resultados, siguen siendo necesarios ensayos clínicos más amplios con un seguimiento más prolongado para aclarar la importancia de la suplementación antioxidante con vitaminas en las mujeres con endometriosis.