Los flavonoides, como compuestos vegetales secundarios, forman parte de los llamados polifenoles (es decir, el grupo de compuestos químicos de las frutas y verduras). Como son responsables de la coloración de las plantas, colorean varias verduras y frutas, como las manzanas o la soja. Un determinado grupo de flavonoides (las proantocianidinas) es el que más abunda en las bayas, el vino tinto, las manzanas, así como en el té, los frutos secos o incluso el chocolate, más concretamente el grano de cacao. Según los datos delDepartamento de Agricultura de los Estados Unidos (abreviado: USDA), el grano de cacao contiene las siguientes cantidades de ciertos tipos de flavonoides por cada 100g:
El contenido de estos compuestos vegetales secundarios disminuye con el aumento del procesamiento. En consecuencia, la masa de cacao procedente de las habas de cacao ligeramente fermentadas tiene más flavanoles que el chocolate negro, que a su vez contiene más sustancias que el chocolate con leche. Las condiciones ambientales y de almacenamiento, la variedad, el grado de madurez y el contenido de grasa también pueden determinar el contenido de flavanoles.
Varios estudios han investigado los diferentes efectos de los granos de cacao que contienen flavanoles o del chocolate sobre la tolerancia a la glucosa, las enfermedades cardiovasculares y la presión arterial. Ahora, un estudio estadounidense ha investigado la relación con las capacidades cognitivas en adultos.
Para ello, se estudió a 211 adultos sanos de entre 50 y 75 años en el estudio controlado, aleatorizado y de brazos paralelos mediante un cuestionario dietético. Los participantes en el estudio tomaron 260 mg, 510 mg o 770 mg de flavanoles de cacao o placebos durante 12 semanas para evaluar el efecto. La fase de estudio se acompañó de un periodo de lavado.
El criterio de valoración principal fue una tarea de reconocimiento de objetos recientemente desarrollada y localizada en una parte específica del hipocampo (es decir, un área del cerebro). Para ello, los participantes en el estudio veían diferentes patrones en una pantalla, uno tras otro, y se les pedía que hicieran clic cada vez que uno de estos patrones apareciera por segunda vez. Sin embargo, según las evaluaciones, esta prueba resultó ser demasiado difícil, ya que en la mayoría de los casos sólo se pudieron ver aciertos aleatorios.
En consecuencia, se evaluó un resultado secundario, utilizando una tarea de aprendizaje de listas y una tarea de orientación de listas. Se pidió a los sujetos que memorizaran el mayor número posible de palabras de una lista mediante una prueba de aprendizaje convencional (denominada: prueba de aprendizaje verbal auditiva de Rey modificada). Los participantes en el estudio que consumieron la mayor cantidad de flavanoles en el cuestionario previamente evaluado obtuvieron los mejores resultados en la prueba de la lista. Sin embargo, los sujetos con la menor ingesta de sustancias vegetales mostraron las mayores mejoras al tomar tabletas de flavanol durante la fase de estudio. Tras el final de la intervención, los resultados de las pruebas volvieron a deteriorarse.
El efecto se midió mediante el llamado índice de dieta saludable alternativa y un biomarcador (es decir, un parámetro medible como referencia de los procesos biológicos) para la ingesta de flavanoles (abreviado: gVLM). En un estudio parcial de IRM, se midió el volumen sanguíneo cerebral (es decir, del cerebro) del hipocampo antes y después del tratamiento. La IRM, o resonancia magnética, puede utilizarse para medir la actividad cerebral durante el periodo de prueba observando el flujo sanguíneo en la región del cerebro.
En una prueba final, los participantes en el estudio clasificaron los objetos por propiedades como el "tamaño". En este caso, el tratamiento con el compuesto vegetal secundario condujo a una mejora de los resultados.
El reconocimiento de objetos y la clasificación de listas no se correlacionaron con la calidad de la dieta y no mejoraron tras la ingestión de flavanoles. Sin embargo, el rendimiento del aprendizaje de la lista dependiente del hipocampo se asoció directamente con la calidad de la dieta, según los resultados del estudio, y mejoró tras la ingestión de flavanoles, especialmente en los participantes del tercio inferior de la evaluación de la dieta.
Según los resultados del estudio, se puede inferir una posible asociación entre la ingesta de flavanoles, como los procedentes del cacao u otras plantas, y un aumento del rendimiento cognitivo.
Aunque es necesario seguir investigando a mayor escala, en general, estos resultados sugieren que la dieta -y los flavanoles en particular- tienen una correlación con el envejecimiento de la función de la memoria del hipocampo y el deterioro cognitivo normal. Las implicaciones de estos hallazgos en la vida cotidiana sólo pueden determinarse mediante un estudio más profundo.
Danilo Glisic
Última actualización el 19.04.2021
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