¿Es el síndrome metabólico de un hombre una amenaza para el embarazo de su mujer?

El síndrome metabólico explicado:

El llamado síndrome metabólico no es una enfermedad en sí misma, sino una combinación de diferentes enfermedades y signos. Hoy en día, se considera el factor de riesgo más importante de las enfermedades cardiovasculares, la causa más común de muerte en los países industrializados. De este modo, el síndrome resume los diferentes aspectos que a menudo conducen a la enfermedad cardiovascular. Estos serían: Obesidad (es decir, sobrepeso), equilibrio alterado de grasas y colesterol, hipertensión arterial (es decir, presión arterial alta) y niveles elevados de azúcar en sangre. La combinación de estas cuatro subenfermedades también se denomina cuarteto mortal en el lenguaje angloamericano. Los expertos estiman que una de cada cuatro personas en Alemania desarrollará el síndrome metabólico a lo largo de su vida. También existe la posibilidad de que esto multiplique la probabilidad de morir por las consecuencias de un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. La probabilidad de que una persona con el síndrome desarrolle una diabetes como la diabetes mellitus de tipo 2 puede ser unas cinco veces mayor.

Según los resultados del estudio, incluso el embarazo de una mujer está en riesgo debido a la combinación de dichas enfermedades en los hombres.

Casi un millón de embarazos estudiados:

En el análisis, publicado en diciembre de 2020, por Oxford University Press, los investigadores examinaron los datos de las reclamaciones de seguros de Estados Unidos para 958.804 embarazos. Estas reclamaciones de seguros incluían datos entre 2007 y 2016.

Además del síndrome metabólico, también se recogió información sobre diversas afecciones, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la depresión y las enfermedades cardíacas. También se analizó la carga de enfermedades crónicas de todos los pacientes, incluyendo la edad y los antecedentes médicos (insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio, enfermedad vascular, enfermedad renal, enfermedad hepática, cáncer, etc.). Se ajustaron para tener en cuenta otros factores que influyen en el embarazo, en particular la edad, la salud, el peso de la madre y si el padre o la madre fumaban.

El 4,6% de los hombres que participaron en el estudio tenía más de 45 años y el 23,3% presentaba al menos un aspecto del síndrome metabólico antes de la concepción. Durante la duración del estudio, el 22% (172.995) de los embarazos se perdieron por embarazo ectópico, aborto espontáneo o mortinato. A medida que la edad materna y el número de otras condiciones médicas aumentaban, las pérdidas de embarazos también aumentaban, aunque la asociación entre la salud paterna y la pérdida de embarazos se mantuvo. El riesgo de pérdida del embarazo también aumenta con la edad del padre. Sin embargo, no se conocen los mecanismos exactos por los que la salud del padre influye en el riesgo de pérdida del embarazo. Según el estudio, una explicación plausible podría ser el daño epigenético en el ADN del esperma masculino. Por lo tanto, no todos los genes necesarios que se originan en el embrión u óvulo fecundado podrían activarse.

Según el líder de la investigación, el profesor Michael Eisenberg, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, éste es el primer estudio que sugiere que los riesgos del embarazo muestran una asociación con el aumento del número de enfermedades en los hombres.

Conclusiones inequívocas:

Al menos un aspecto del síndrome metabólico estaba presente en el 25% de los 958.804 hombres (con una edad media de 35,3 años) de la cohorte de embarazos de Estados Unidos. En comparación con los hombres que no mostraban ningún aspecto del síndrome metabólico, el riesgo de pérdida del embarazo aumentaba un 10% en los hombres con un componente del síndrome; con dos, tres o más componentes, un 15% y un 19%, respectivamente. En consecuencia, los padres sin síndrome metabólico experimentaron embarazos ectópicos, abortos espontáneos o mortinatos en el 17% de los embarazos. Con un aspecto del síndrome, el riesgo aumentaba al 21%, con dos aspectos al 23%, y con tres o más hasta el 27%.

Limitaciones del estudio:

El estudio tenía limitaciones, entre ellas:

• la posible falta de detalles y de diagnósticos precisos asociada a la recuperación de información de las bases de datos estadounidenses.
• Pérdidas de embarazo que no formaban parte de un siniestro de seguro: por ejemplo, un parto prematuro
• Los resultados incluyeron sólo a padres con seguro privado y que trabajan, lo que puede hacer que los resultados del estudio no sean aplicables a otras poblaciones.
• Información incompleta sobre factores importantes como la situación sociodemográfica, el origen étnico y el abuso de sustancias.

Conclusión:

Según los resultados del estudio, la salud paterna no beneficiosa se asocia a un mayor riesgo de pérdida del embarazo. Aunque el estudio no puede demostrar una causalidad definitiva, es decir, que la salud adversa del padre sea una causa de la pérdida del embarazo, sí muestra que existe una asociación. Los resultados del estudio implican que no debe olvidarse el asesoramiento preconcepcional del padre, ya que su salud podría tener un impacto importante en el embarazo.

Según el profesor Eisenberg, ahora se necesitan estudios de confirmación para comprender mejor los vínculos encontrados entre las complicaciones del embarazo y la salud del padre en un futuro próximo.