Cáncer colorrectal:
El cáncer colorrectal, o carcinoma colorrectal, es un tumor maligno del intestino grueso (es decir, carcinoma de colon) o del recto (es decir, carcinoma rectal), que suele desarrollarse a partir de pólipos de colon benignos. Los llamados pólipos intestinales son protuberancias de nuestro revestimiento intestinal. Aunque estos estadios preliminares del carcinoma siguen siendo benignos en las primeras fases, crecen muy lentamente y suelen convertirse en un tumor en un plazo de 10 a 15 años. Durante una colonoscopia, pueden ser descubiertos por casualidad y, en consecuencia, eliminados por el médico para que no degeneren en el cuadro clínico mencionado.
Incidencia en la región DACH:
En Alemania, es el segundo cáncer más frecuente en las mujeres y el tercero en los hombres. En Austria, el cáncer colorrectal es también el segundo más frecuente en las mujeres (11%) y el tercero en los hombres (13%). En Suiza se observa un panorama similar: el 6% de los hombres (tercer cáncer más frecuente) y el 3,7% de las mujeres (segundo cáncer más frecuente) desarrollan cáncer de colon a lo largo de su vida.
Nota: El primer y segundo cáncer más común en los hombres son el de pulmón y el de próstata, mientras que el de mama es el primero en las mujeres.
Dado que el cáncer de colon se desarrolla lentamente, tampoco se manifiesta durante mucho tiempo. Las posibles señales serían: Sangre en las heces, pérdida de peso no deseada y anemia.
Resumen del estudio:
El estudio publicado en 2020, en la revista Cell Death & Disease, examinó el compuesto orgánico "hierro hemo", del que se sospecha que es responsable del efecto promotor del cáncer. Este compuesto de hierro es importante en este contexto porque es una sustancia central en la mioglobina (es decir, la proteína muscular; responsable del transporte de oxígeno) de la carne roja y es responsable de su color rojo. El equipo de investigación de la Universidad Técnica de Kaiserslautern (DE) (en colaboración con la Universidad de Constanza y la Universidad de Potsdam) pudo investigar con precisión este efecto tóxico del hierro hemo en células intestinales sanas y en células cancerosas intestinales degeneradas.
En primer lugar, se pudo demostrar que el compuesto orgánico de hierro en concentraciones fisiológicamente relevantes, como también puede ocurrir en el intestino humano, promueve la unión de los llamados radicales de oxígeno (es decir, moléculas que contienen oxígeno) y posteriormente daña nuestro ADN. Como resultado, el hierro hemo conduce a la muerte de las células intestinales sanas. Esto también podría comprobarse en los organoides (es decir, trozos de tejido fabricados en el laboratorio que se asemejan a los órganos) del tejido intestinal normal.
Así, el compuesto de hierro podría ser separado de la mioglobina por el ácido gástrico tras el consumo de carne y ser captado por las células de la mucosa a través de ciertas proteínas de transporte.
El hierro hemo bajo el microscopio:
En el curso posterior del estudio se investigó el nivel celular y se pudo demostrar que el hierro hemo activa un mecanismo específico, mediante el cual se produce la enzima hemo oxigenasa 1 (HO-1 para abreviar) en las células intestinales. Esta enzima sirve como factor de protección, ya que es responsable de la degradación del hierro hemo a hierro inorgánico y otros productos. En el cuerpo humano, esto permite a las células limitar el daño al ADN.
El estudio también investigó el efecto tóxico del hierro inorgánico, que, en contraste con el hierro orgánico, apenas provoca la formación de radicales de oxígeno.
El papel de la HO-1 se investigó con más detalle utilizando métodos farmacológicos y de genética molecular. En consecuencia, se desactivó la producción de HO-1, lo que dio lugar a un aumento significativo de la concentración de radicales de oxígeno. En consecuencia, esto condujo a un mayor daño del ADN y a la muerte de las células.
Causalidad:
Este estudio demuestra que el hierro hemo libre ejerce efectos tóxicos en las células humanas, y que la enzima HO-1, que es nativa de las células intestinales, tiene un importante papel protector en este proceso. Por lo tanto, es posible que, como componente de la carne roja, promueva el desarrollo del cáncer de colon en los seres humanos.
