Cáncer de mama:
El cáncer de mama, o carcinoma mamario, es un tumor maligno de la mama. En este caso, ciertas células de la glándula mamaria del cuerpo alteran los genes y pueden multiplicarse sin obstáculos y sin control. En consecuencia, también destruyen el tejido corporal sano mediante un crecimiento invasivo y pueden extenderse por todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos y formar las llamadas metástasis (tumores) en nuevos lugares. Aunque el cáncer se da con más frecuencia en las mujeres, su aparición en los hombres es rara. En Alemania, cada año se diagnostican aproximadamente 69.000 mujeres y 600 hombres con cáncer de mama. Se distinguen diferentes formas de cáncer de mama: cáncer de mama invasivo-ductal (originado en los conductos lácteos), cáncer de mama invasivo-lobular (originado en los lóbulos glandulares) o formas más raras como el cáncer de mama inflamatorio. El cáncer de mama inflamatorio representa entre el 1 y el 4% de todos los cánceres de mama y a menudo no es fácil de diagnosticar debido a la ausencia de un tumor palpable.
Propiedades anticancerígenas:
La parte de onda corta de la radiación solar contiene lo que se conoce como radiación ultravioleta. En la atmósfera terrestre, la radiación UV-A y poca UV-B penetran en la superficie de la tierra. Así, la vitamina D puede formarse en la piel por efecto de la radiación UV-B. Según los estudios, la conocida vitamina D podría tener propiedades anticancerígenas, ya que el receptor de la vitamina D controla la transcripción de los genes (es decir, la reescritura de un gen de ADN a ARN) y, por tanto, interfiere en el crecimiento celular. Estos importantes procesos biológicos se alteran durante la carcinogénesis (desarrollo de tumores). La vitamina D también puede obtenerse de otras fuentes, como la ingesta de alimentos o la administración de suplementos, aunque la radiación UV representa la mayor parte de la ingesta de vitamina D en los seres humanos.
En consecuencia, según el estudio, se cree que los trabajadores de oficina tienen concentraciones de vitamina D más bajas que las personas que pasan mucho tiempo al aire libre por trabajo. Según los científicos, paralelamente a la menor exposición al sol en los entornos laborales y de ocio, ha aumentado la incidencia del cáncer de mama. Aunque las actividades laborales al aire libre pueden considerarse una medida fiable de la exposición prolongada a la radiación UV, no existen datos de estudios anteriores que consideren la incidencia del cáncer de mama relacionada con el trabajo.
Para comprobar esta causalidad, investigadores de la Sociedad Danesa del Cáncer y colaboradores de Copenhague han estudiado ahora, por primera vez, el cáncer de mama femenino, incluidos sus subtipos, con más detalle. Dado que todos los residentes daneses reciben un número de identificación de diez dígitos al nacer, fue posible comparar las actividades profesionales de las mujeres nacidas después de 1946 con la incidencia del cáncer.
Método de estudio danés:
En este estudio, se identificó a un total de 38.375 mujeres menores de 70 años con cáncer de mama utilizando el registro danés de cáncer "Cancerregisteret", que ya se había establecido en 1943. Como sujetos de control se seleccionaron aleatoriamente cinco mujeres nacidas en el mismo año que estaban vivas y libres de cáncer de mama en el momento del diagnóstico. Para conocer los datos completos sobre el empleo, se ha utilizado el Registro del Fondo de Pensiones Complementario danés "Arbejdsmarkedets Tillægspension". Se encarga de la distribución de las pensiones. Con la ayuda de una tabla de exposición en el lugar de trabajo, se investigó la exposición profesional a los rayos UV.
Resultados significativos:
En este caso, los resultados del estudio publicado en 2021 en la revista Occupational and Environmental Medicine mostraron que las mujeres que habían estado expuestas a largo plazo a trabajos al aire libre tenían menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, la causalidad sólo fue evidente después de más de 20 años de trabajo. Según la odds ratio calculada de 0,85, las mujeres con más ocupaciones al aire libre tenían un 15% menos de probabilidades de desarrollar cáncer de mama.
Principalmente, esta asociación se limitó a la enfermedad mamaria después de los 50 años. Las incidencias que se produjeron a una edad más temprana mostraron una asociación de riesgo no significativa de un 6% menos de enfermedad.
¿Existe una asociación?
Dado que los investigadores del estudio no disponen de información sobre la ingesta de vitamina D o el comportamiento en el tiempo libre de las personas examinadas, este estudio no puede demostrar una conexión clara. El análisis tampoco pudo tener en cuenta los factores de riesgo reconocidos que pueden influir en el riesgo de cáncer de mama (factores de estilo de vida como el consumo de alcohol o la actividad física, factores médicos y genéticos como los tratamientos hormonales). Sin embargo, hay que tener en cuenta que, según estudios anteriores, los trabajadores de oficina mostraban niveles de vitamina D en sangre más bajos por término medio.
Conclusión:
Según el estudio, existe una asociación inversa entre la exposición laboral a largo plazo a los rayos UV y la aparición de cáncer de mama en etapas posteriores de la vida. Para demostrar una causalidad significativa, se necesitan más estudios ocupacionales para superar estos factores problemáticos. Debido a la reconocida eficacia de la vitamina D en el cuerpo humano y a las consecuencias de su deficiencia, suele ser beneficioso prestar atención al estado de la vitamina D durante el tiempo de ocio.
