Semaglutida: ¿el gran avance contra la obesidad?

¿Para qué se utiliza la semaglutida y cómo actúa?

La semaglutida se utiliza para tratar la diabetes de tipo 2. Su objetivo es reducir el nivel de glucosa en sangre y pertenece al grupo de los agonistas de los receptores de GLP-1. El principio activo se une al receptor de GLP-1, lo que produce los siguientes efectos

• aumento de la secreción de insulina
• reducción de la secreción de glucagón
• aumento de la sensibilidad a la insulina
• aumento de la sensación de saciedad
• reducción de la sensación de hambre

Todos estos efectos contribuyen a que los niveles de azúcar en sangre no se desestabilicen. Una ventaja muy significativa de la semaglutida es que la hipoglucemia se produce con menos frecuencia, ya que el efecto del principio activo sólo se produce cuando los niveles de azúcar en sangre son elevados.

Por qué el principio activo está ahora mismo en boca de todos?

El principio activo semaglutida está disponible en la UE y Estados Unidos desde 2017, pero durante mucho tiempo solo se utilizó para tratar la diabetes. En 2022 y 2023, también se aprobó en varios países como principio activo para tratar la obesidad. A través de las redes sociales y de celebridades como Elon Musk, el principio activo se dio a conocer en todo el mundo. Como consecuencia, en muchos países se produjo una creciente escasez de medicamentos que contenían semaglutida, ya que el principio activo se recetó rápidamente a personas con obesidad. Como consecuencia, en algunos países -entre ellos Austria- se introdujeron normativas adicionales para la dispensación en farmacias, ya que los pacientes con diabetes de tipo 2 no tenían otras alternativas y, en consecuencia, en algunos casos dejaron de recibir preparados. En consecuencia, ya no se permitía dispensar semaglutida a pacientes sin diabetes de tipo 2 para garantizar el suministro.

¿Cómo ayuda la semaglutida contra la obesidad?

El efecto de reducción de peso con semaglutida es significativamente superior al de los principios activos actualmente disponibles en el mercado. Por término medio, los participantes en el estudio perdieron entre el 14,9% y el 17,4% (incluidos los cambios en el estilo de vida) de su peso corporal en 68 semanas. La semaglutida consigue esta exitosa reducción de peso gracias a los siguientes efectos

• reducción de la ingesta de calorías
• menor sensación de hambre
• aumento de la sensación de saciedad y plenitud

Los fármacos actualmente disponibles en el mercado sólo consiguen una reducción media de peso del 3% - 9% (incluyendo cambios en el estilo de vida) de su peso corporal en un tiempo comparable.

¿Cuáles son las ventajas?

Los resultados de la investigación con Semaglutide son convincentes. La reducción de peso es significativamente mayor en comparación con otros principios activos. La razón por la que Semaglutide es tan conocido es que, además de la significativa pérdida de peso, otro estudio, el estudio SELECT, investigó un efecto beneficioso adicional. La semaglutida no sólo hace desaparecer los kilos de más, sino que también reduce el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular en un 20%. Sin embargo, sólo se investigó el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular ya existente. Todavía se está investigando si la semaglutida reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y en qué medida. El estudio se publicó en diciembre de 2023, por lo que el principio activo es aún más conocido.

¿Cuáles son las desventajas?

A pesar de sus numerosas ventajas, la semaglutida -como muchos otros principios activos- también tiene efectos secundarios. Las molestias gastrointestinales son las más frecuentes. Inflamación del páncreas, náuseas o diarrea son sólo algunos ejemplos de los efectos secundarios indeseables de la semaglutida.

También existen algunos escollos a la hora de utilizar el fármaco. El problema: actualmente, la semaglutida sólo está disponible en forma de pluma precargada y debe inyectarse en la piel una vez a la semana. Esto no sólo puede dar lugar a errores de uso, sino también a posibles infecciones.

Además, la semaglutida tendría que administrarse durante el resto de la vida del paciente, lo que requiere una terapia continua de por vida. Si se interrumpe la administración de semaglutida, el efecto reductor de peso también disminuye.

Semaglutida: ¿un principio activo para ricos?

Si nos fijamos en los precios de los preparados, enseguida queda claro que el factor coste también es un contrapunto importante. Dependiendo de la dosis, el principio activo cuesta entre 200 y 300 euros por 4 plumas listas para usar. Esto corresponde a un periodo de tratamiento de 4 semanas. Calculado a lo largo de un año, los costes anuales ascenderían a 3900 euros. Por tanto, los afectados tienen que rascarse mucho el bolsillo para poder permitirse perder sus kilos. Además, la reducción de peso no sería tan grande sin cambios en el estilo de vida. Al precio del medicamento habría que añadir el coste de los gimnasios y los preparadores físicos.

Para que el medicamento esté al alcance de todos, las compañías de seguros médicos tendrían que implicarse y cubrir los costes de la semaglutida. Pero, ¿para quién es adecuado el fármaco? ¿Qué requisitos deben cumplirse para que las compañías de seguros médicos paguen el fármaco?

¿Qué podría fomentar aún más el uso de semaglutida?

Los autores del estudio SELECT han anunciado que los resultados de su estudio sólo son representativos para la prevención secundaria, pero no para la prevención primaria. En concreto, esto significa que los efectos cardiovasculares de la semaglutida sólo se investigaron en personas que ya padecían una enfermedad cardiovascular previa. Por el momento se sigue investigando si el principio activo también protege contra las enfermedades cardiovasculares antes de que existan. Por lo tanto, queda por ver si la semaglutida también protege principalmente contra las enfermedades cardiovasculares.

Conclusión

No cabe duda de que la semaglutida se ha ganado el título de "Avance científico del año 2023". Los resultados del estudio son convincentes, los efectos secundarios manejables. Y los últimos avances en la minimización del riesgo de eventos cardiovasculares podrían ser un gran paso en la dirección correcta.

No obstante, aún hay que ultimar una serie de puntos antes de que el principio activo se utilice como terapia estándar contra la obesidad. Entre ellos, cómo evitar los cuellos de botella, que podrían ser peligrosos para los diabéticos, y cómo prevenir el uso indebido de los fármacos. No hay que olvidar que los preparados que contienen semaglutida también son medicamentos que requieren un diagnóstico y una receta médica. El principio activo también puede provocar efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos. La semaglutida no será una indicación de uso en el futuro sólo para caber en ropa de una talla menos.