Farmacodinámica
El yoduro potásico bloquea la formación y liberación de hormonas tiroideas. El tejido tiroideo se solidifica, las células tiroideas se contraen, la tiroxina inactivada unida a proteínas (hormona tiroidea) se acumula de nuevo y aumenta el contenido de yodo unido.
Para la protección durante la exposición a la radiación, el yoduro potásico inhibe la captación de isótopos de yodo radiactivo por la glándula tiroides y minimiza el riesgo de tumores tiroideos inducidos por la radiación. La administración unas horas después de la llegada de masas de aire radiactivo ya reduce la eficacia del agente en un 15% o 50%. Por ello, en estos casos es especialmente importante tomar rápidamente los comprimidos de yoduro potásico.
Farmacocinética
El yoduro potásico tomado por vía oral se absorbe prácticamente por completo en el intestino delgado. Antes de su absorción, el yodo y el yodato se reducen a yoduro en el intestino. El yoduro retenido se almacena en la glándula tiroides, las glándulas salivales, las glándulas mamarias y el estómago. El yoduro que circula en la sangre es excretado casi por completo por los riñones en un día, pero también puede encontrarse en las lágrimas, el sudor y la leche.
Interacciones
Tomar litio al mismo tiempo favorece el agrandamiento de la glándula tiroides (bocio) y el desarrollo de hipotiroidismo. Pueden producirse concentraciones elevadas de potasio en sangre mientras se toman medicamentos diuréticos ahorradores de potasio (diuréticos). Los efectos de los medicamentos para el tratamiento del hipertiroidismo (metimazol, propiltiouracilo) pueden verse atenuados por el yoduro potásico.
Contraindicaciones
Dado que algunos individuos son marcadamente sensibles al yodo, el yoduro potásico debe utilizarse con precaución durante la administración inicial. Los pacientes con vasculitis hipocomplementémica (vasculitis crónica), inflamación tiroidea o enfermedad tiroidea autoinmune corren el riesgo de sufrir efectos secundarios inducidos por el yodo. Durante el embarazo, el uso de yoduro potásico puede causar problemas tiroideos en la madre y el niño, aunque el efecto protector contra la radiación radiactiva (en caso de exposición) supera el riesgo de daño a la glándula tiroides.
En pacientes con tuberculosis, el yoduro potásico debe utilizarse con extrema precaución, así como en enfermedades tiroideas autoinmunes, ya que el yodo tiene un efecto estimulante de la autoinmunidad tiroidea.