¿Cómo se puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular?
En principio, es más fácil de lo que se piensa prevenir las enfermedades cardiovasculares adoptando un estilo de vida saludable. La prevención puede compararse a la protección contra las quemaduras solares: Si te pones crema solar y te quitas del sol a tiempo, proteges tu piel. Y si adopta un estilo de vida saludable en general, puede prevenir las enfermedades cardiovasculares sin tener que hacer ningún esfuerzo especial.
Tres factores desempeñan aquí un papel especial: ejercicio suficiente, una dieta equilibrada y una buena gestión del estrés.
Ejercicio suficiente
Los humanos no estamos diseñados para estar mucho tiempo sentados, comer en abundancia y evitar el ejercicio. De hecho, un factor importante en los problemas cardiovasculares es la falta de ejercicio.
Hacer suficiente ejercicio es importante por varias razones:
- Resistencia: Una buena resistencia significa que el cuerpo puede soportar el estrés. Por lo tanto, mejorar la resistencia también fortalece el corazón y los pulmones. El aumento de la tensión significa que el corazón tiene que bombear más rápido y con más vigor para suministrar oxígeno al organismo. Este esfuerzo dirigido entrena el corazón. Aunque el corazón se denomina órgano, en realidad es un músculo. El ejercicio también aumenta la capacidad de los pulmones: Los pulmones pueden oxigenar la sangre más rápido y mejor.
- Eliminación: los contaminantes y el dióxido de carbono se eliminan mejor de la sangre y, por tanto, del organismo durante el ejercicio. Esto evita a veces los depósitos arteriales, que pueden ser bastante peligrosos. Quienes tengan problemas de tobillos hinchados notarán algo más: Mediante el ejercicio, el organismo descompone el líquido linfático que se acumula en los tejidos de la parte inferior de las piernas y provoca hinchazón. Para ello es importante el trabajo de los músculos de la pantorrilla en particular.
- Peso: El ejercicio quema más calorías. Al mismo tiempo, el organismo recurre a las grasas almacenadas para mantener los niveles de energía. Por lo tanto, en general, el ejercicio ayuda a prevenir la obesidad y a reducir el peso.
Las personas que practican deportes de musculación tienen menos probabilidades de adelgazar y más de engordar. Esto no es trágico en términos del sistema cardiovascular. Los músculos favorecen el mantenimiento de un cuerpo sano y queman muchas más calorías que los tejidos simples, incluso en reposo.