Al igual que todos los medicamentos, este medicamento puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
El principal efecto adverso descrito es la reacción de ardor inicial que se produce tras la aplicación del producto. Esta reacción suele disminuir con el tiempo a medida que prosigue el tratamiento, a la dosis recomendada.
En algunas personas puede producir reacciones alérgicas (irritación, enrojecimiento, picor). En este caso suspender el tratamiento.
Los efectos adversos enumerados a continuación se clasifican de acuerdo a su frecuencia y a la clasificación por órganos y sistemas. Las categorías de frecuencias vienen definidas por la siguiente convención: muy frecuentes (afecta a más de 1 de cada 10 personas); frecuentes (afecta hasta 1 de cada 100 personas); poco frecuentes (afecta hasta 1 de cada 1000 personas); raras (afecta entre 1 y 10 de cada 10000 personas); muy raras (afecta a menos de 1 de cada 10000 personas); frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles).
Muy frecuentes:
Sensación de quemazón o escozor cutáneo, irritación o sequedad de piel en la zona de aplicación.
Frecuentes:
Estornudos o tos, lagrimeo.
Las reacciones adversas frecuentes se producen como consecuencia de la inhalación de residuos de crema seca. Por ello, es importante aplicar la mínima cantidad necesaria de crema y evitar dejar restos en la piel, así como el lavado de las manos con agua fría y jabón tras su uso.
Comunicación de efectos adversos
Si experimenta cualquier tipo de efecto adverso, consulte a su médico o farmacéutico, incluso si se trata de posibles efectos adversos que no aparecen en este prospecto. También puede comunicarlos directamente a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano. www.notificaram.es.
Mediante la comunicación de efectos adversos usted puede contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad de este medicamento.