Al igual que todos los medicamentos, FERIV puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
Tras la administración de FERIV se han comunicado como posibles los siguientes efectos adversos:
Trastornos del sistema nervioso
Frecuentes (afecta entre 1 y 10 de cada 100 personas): Cambios temporales en el gusto (en particular sabor metálico).
Poco frecuentes (afecta entre 1 y 10 de cada 1.000 personas): dolor de cabeza; mareo.
Raros (afecta entre 1 y 10 de cada 10.000 personas): hormigueo.
Casos aislados: disminución del estado de alerta, sensación de mareo, confusión.
Trastornos cardiacos
Poco frecuentes: presión arterial baja y colapso; aumento del número de latidos cardíacos, palpitaciones.
Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos
Poco frecuentes: silbidos, dificultad respiratoria.
Trastornos gastrointestinales
Poco frecuentes: náuseas; vómitos; dolor de estómago; diarrea.
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo
Poco frecuentes: picores; erupción cutánea, enrojecimiento cutáneo, rubor.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo
Poco frecuentes: calambres musculares, dolor muscular.
Casos aislados: inflamación de las articulaciones.
Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración
Poco frecuentes: fiebre, temblores, sarpullidos; dolor y opresión en el pecho. Quemazón, hinchazón y reacciones similares (a veces afectando venas) alrededor de la zona de inyección.
Raros: reacciones alérgicas (raramente incluyen dolores de las articulaciones y muy raramente, las reacciones alérgicas severas, se acompañan de baja presión sanguínea, hinchazón de la cara y dificultad al respirar); hinchazón de las manos y de los pies; fatiga, debilidad; sensación de malestar general.
Casos aislados: hinchazón de la cara y de la lengua.
Otros efectos adversos con frecuencia desconocida: reacciones en el lugar de la inyección: Inflamación de las venas que causa la formación de un coágulo de sangre; los síntomas pueden incluir piel roja, hinchada o dolor, o bien, endurecimiento de la piel en el lugar de la inyección.
Informe a su médico inmediatamente si presenta dolor de pecho, que puede ser un signo de una reacción alérgica potencialmente grave llamada síndrome de Kounis.
La enfermedad seudogripal puede presentarse algunas horas o varios días despúes de la inyección y suele caracterizarse por síntomas como temperatura elevada y dolores en los músculos y las articulaciones.
Debe consultar a un médico si empeora del cansancio, dolor muscular u óseo (dolor en los brazos o las piernas, las articulaciones o la espalda). Eso puede ser un signo de una disminución del fósforo en la sangre que podría causar que sus huesos se ablanden (osteomalacia). Esta afección a veces puede producir fracturas en los huesos. El médico también puede controlar los niveles de fosfato en la sangre, especialmente si a lo largo del tiempo necesita varios tratamientos con hierro.
Si considera que alguno de los efectos adversos que sufre es grave o si aprecia cualquier efecto adverso no mencionado en este prospecto, informe a su médico o farmacéutico.
Comunicación de efectos adversos
Si experimenta cualquier tipo de efecto adverso, consulte a su médico o enfermero, incluso si se trata de posibles efectos adversos que no aparecen en este prospecto. También puede comunicarlos directamente a través del sistema sistema nacional de notificación, Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano: www.notificaRAM.es
Mediante la comunicación de efectos adversos usted puede contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad de este medicamento.