Según la Sociedad Internacional de Cefaleas (IHS), las cefaleas pueden clasificarse en los siguientes tipos en función de su causa:
Cefaleas primarias: el dolor es el síntoma principal, no hay correlato orgánico ni problema estructural (por ejemplo, riego sanguíneo insuficiente al cerebro).
Cefaleas secundarias: También se conocen como cefaleas sintomáticas. Están causadas por una enfermedad o una circunstancia desencadenante (por ejemplo, un ictus) que debe tratarse de forma prioritaria.
Cefalea central y primaria u otros tipos de cefalea: En este caso, la cefalea está desencadenada por un dolor nervioso (neuralgia) y se siente en las zonas irrigadas por los nervios.
Aún no se sabe muy bien por qué algunas personas padecen cefaleas primarias. Es posible que un componente genético desempeñe un papel importante. Los desencadenantes conocidos de los ataques de cefalea son, por ejemplo: un cambio en el ritmo día-noche, saltarse comidas, el estrés o estar a gran altitud.
Las cefaleas primarias pueden clasificarse en
Migraña
Cefalea tensional
Cefalea autonómica del trigémino (por ejemplo, cefalea en racimos)
Otros trastornos primarios de la cefalea (por ejemplo, cefalea punzante primaria)
Si no se cumplen los criterios diagnósticos de uno de los tipos de cefalea primaria o si la cefalea es aguda o nueva, debe asumirse que se trata de una cefalea sintomática (secundaria). En este caso, es necesario un diagnóstico médico en profundidad. Por regla general, los hallazgos de la exploración física o la entrevista de anamnesis ya indicarán el camino.
Cefalea tensional
Las cefaleas tensionales aparecen de forma episódica o crónica. La frecuencia oscila entre ocasional y diaria. El dolor suele afectar a toda la cabeza o a la zona de la frente. Los afectados describen el carácter del dolor como sordo, opresivo, tirante, opresivo o no pulsátil. La intensidad del dolor oscila entre leve y moderada. En el curso de una cefalea tensional no aparecen otros síntomas acompañantes. Las cefaleas tensionales suelen desencadenarse por la tensión muscular, el cambio climático, la falta de sueño, el estrés emocional y el alcohol.
Migraña
Las migrañas pueden dividirse en los siguientes tipos:
Migraña sin aura
Migraña con aura
Migraña crónica
Los síntomas del aura (por ejemplo, síntomas visuales) suelen preceder al dolor de cabeza, pero también pueden aparecer durante o después del dolor de cabeza. La duración de un ataque de migraña suele ser de 4 a 72 horas, con ataques ocasionales o varias veces al mes. Alrededor del 60% de las migrañas se localizan en un lado. El dolor es pulsátil, punzante o martilleante. La intensidad del dolor suele ser de moderada a grave. Los síntomas acompañantes incluyen hipersensibilidad al sonido (fonofobia), sensibilidad a la luz (fotofobia) y náuseas o vómitos. Las crisis de migraña suelen desencadenarse por el estrés, las fluctuaciones hormonales, ciertos alimentos y el clima. Otro criterio de las migrañas es que los ataques suelen intensificarse con la actividad física.