Básico
La bilis, que se encuentra en la vesícula biliar, tiene la misión de favorecer la digestión (de las grasas) en el intestino delgado. Sin embargo, si se acumulan componentes poco solubles de la bilis, se forman cálculos biliares en la vesícula. Los médicos se refieren a los cálculos muy pequeños como "sémola". A menudo no se detecta mediante ecografía.
Dependiendo de la localización y posición de los cálculos biliares, la enfermedad de cálculos biliares (colecistolitiasis) puede dividirse en diferentes formas:
- Si los cálculos biliares se forman en la vesícula biliar, donde se acumula la bilis, y se espesan, puede producirse una inflamación de la pared de la vesícula (colecistitis).
- Si los cálculos se forman en el conducto que conecta la vesícula biliar con el intestino delgado, se denominan cálculos del conducto biliar (coledocolitiasis). En raras ocasiones, estos cálculos se forman en el conducto biliar, pero son expulsados por la vesícula (cálculos secundarios del conducto biliar).
Se calcula que el 15% de las mujeres y entre el 7% y el 8% de los hombres padecen cálculos biliares. El riesgo aumenta con la edad.
En algunos casos, los cálculos biliares van acompañados de fuertes dolores (cólicos biliares). Sin embargo, unas tres cuartas partes de los afectados no presentan síntomas (cálculos biliares silenciosos). Por esta razón, los cálculos biliares pasan desapercibidos durante mucho tiempo. Sólo los pacientes con cálculos biliares en el conducto biliar suelen sentir dolor.