Modificación del comportamiento
Los métodos de aprendizaje y psicología conductual son adecuados para practicar un comportamiento alimentario y un estilo de vida saludables. Por ejemplo, se pueden analizar y reconocer los desencadenantes de la ingesta de alimentos. Los patrones de comportamiento desfavorables con respecto a la ingesta de alimentos también pueden modificarse a menudo con ayuda psicológica profesional. Se recomienda desvincular la ingesta de alimentos de factores externos y establecer normas para las comidas, así como para la compra de alimentos. Las intervenciones en grupo también son adecuadas para cambiar el comportamiento alimentario y suelen tener más éxito que las sesiones individuales.
Terapia de ejercicio
El ejercicio tiene otros efectos positivos en el organismo además de aumentar el consumo de energía. Por lo tanto, se debe animar a todas las personas con obesidad a que aumenten su actividad física regular. El deporte o la actividad física también tienen la ventaja de preservar la masa muscular durante la dieta, lo que también mejora los resultados a largo plazo de la pérdida de peso.
El ejercicio puede aumentar el consumo de calorías del organismo. Además, el deporte reduce el apetito y la regulación del estrés también funciona mejor. Para muchas personas, los distintos tipos de deporte son un acontecimiento social estabilizador, y el deporte en particular tiene un efecto positivo sobre el sistema cardiovascular, que a menudo se ve afectado por la obesidad. Lo ideal sería hacer ejercicio al menos de tres a cinco veces por semana durante 30 minutos. También hay que prestar atención a los objetivos alcanzables, porque es mejor hacer ejercicio con menos regularidad que realizar sesiones de entrenamiento intensivas e irregulares.
El tipo de deporte es secundario, aunque los deportes de resistencia suelen ser más beneficiosos que los de fuerza. Dado que los pacientes con obesidad no suelen estar entrenados, el deporte regular sólo debe practicarse después de un reconocimiento médico. La intensidad del ejercicio puede entonces aumentarse gradualmente, pero el sobreesfuerzo debe evitarse a toda costa debido al mayor riesgo de lesiones con la obesidad.
Medicación
La medicación debe considerarse siempre como un apoyo al cambio de estilo de vida y debe combinarse siempre con él.
Las posibles sustancias activas para el tratamiento de la obesidad son:
Sustancia activa | Mecanismo de acción | Efectos secundarios frecuentes |
Orlistat | Inhibidor de la lipasa (inhibe la absorción de grasas en el intestino) | Flatulencia, hinchazón, heces grasas |
Liraglutida, semaglutida | Agonistas de los receptores GLP-1 (inhiben el apetito y ralentizan el vaciado gástrico) | Náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento |
Naltrexona/bupropión | Antagonista opiáceo/inhibidor de la recaptación de dopamina corpinefrina ( liberación de hormonas anorexígenas, inhibición del centro de recompensa) | Náuseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza, estreñimiento, insomnio, sofocos, hipertensión, sequedad de boca, fatiga |
Cirugía bariátrica
Al someterse a una operación de cirugía bariátrica, los pacientes deben ser siempre cuidadosamente informados de los riesgos y consecuencias de la operación, ya que el riesgo de la cirugía aumenta considerablemente en caso de obesidad existente.
La indicación quirúrgica sólo suele darse para un IMC superior a 40. Con un IMC superior a 35, puede considerarse la cirugía si las enfermedades concomitantes hacen necesaria una rápida reducción de peso o han fracasado todos los demás intentos terapéuticos.
En principio, estas intervenciones quirúrgicas tratan de reducir el volumen del estómago. El resultado es una ingesta limitada de alimentos, lo que a su vez conduce a una reducción de peso.
Los distintos procedimientos incluyen
- Banda gástrica: se coloca una banda de silicona alrededor del estómago y luego se rellena con líquido según sea necesario. De este modo, la entrada del estómago se hace más pequeña y sólo pueden ingerirse pequeñas cantidades de alimentos.
- Gastroplastia vertical: Se utilizan grapas para separar parte del estómago y fijarlo con una banda de silicona.
- Balón gástrico: Se introduce un balón en el estómago y se llena con más o menos líquido según sea necesario. Este método apenas se utiliza hoy en día.
Sin embargo, para una reducción permanente del peso corporal, también deben modificarse y optimizarse los hábitos alimentarios. Además, los afectados suelen seguir necesitando cuidados intensivos internos, nutricionales y psicológicos después de una operación. Los micronutrientes, como las vitaminas y los oligoelementos, suelen necesitar suplementos después de la cirugía bariátrica.