Siga exactamente las instrucciones de administración del medicamento indicadas por su médico o farmacéutico. En caso de duda, consulte de nuevo a su médico o farmacéutico.
Dependiendo de la naturaleza de su enfermedad, su edad y peso, su médico recetará la dosis adecuada.
En los casos en que el paciente sea anciano o padezca algún trastorno de hígado o riñón, o bien debilidad muscular, el médico prescribirá una dosis inferior.
Recuerde tomar su medicamento.
El tratamiento debe ser lo más corto posible. La duración total del mismo no debe ser superior a 8-12 semanas.
Los comprimidos de Alprazolam Pensa 0,25 mg están ranurados, lo que permite fraccionar la dosis. Para ello, coloque el comprimido sobre una superficie dura y pártalo con ayuda de un objeto cortante siguiendo la ranura marcada en el mismo. El comprimido o su parte se ingerirá entero, sin masticar con una cantidad suficiente de líquido.
Las dosis habituales son las siguientes:
Tratamiento de la ansiedad: La dosis inicial es de 1 a 2 comprimidos (0,25 mg a 0,5 mg) 3 veces al día. El rango habitual de dosis oscila entre 0,5 mg y 4 mg de alprazolam al día, repartidos en 3 ó 4 dosis.
Tratamiento de la angustia con o sin agorafobia: La dosis inicial es de 2 a 4 comprimidos (0,5 mg a 1 mg) al acostarse. Posteriormente la dosis será ajustada por el médico en función de la respuesta. La dosis de mantenimiento habitual oscila entre 5 mg y 6 mg al día, aunque en algunos casos se han necesitado hasta 10 mg diarios.
Uso en niños
Alprazolam Pensa no debe administrarse a niños.
Uso en ancianos
Alprazolam Pensa puede afectar más a los ancianos que a los pacientes jóvenes. Si usted es anciano, su médico le puede recetar una dosis inferior y comprobar su respuesta al tratamiento. Por favor, siga cuidadosamente las instrucciones de su médico.
Uso en insuficiencia renal, hepática o en caso de debilidad muscular
Si tiene algún trastorno de hígado o riñón, o sufre debilidad muscular, su médico decidirá la conveniencia de que tome una dosis inferior de Alprazolam Pensa o que no lo tome en absoluto.
Uso en pacientes ancianos o con enfermedades debilitantes
La dosis recomendada inicialmente es de 0,25 mg (1 comprimido) 2 ó 3 veces al día, siendo la cantidad de alprazolam ingerida al día de 0,5 mg (2 comprimidos) a 0,75 mg (3 comprimidos) en dosis divididas, pudiendo ser aumentado de manera gradual siempre que sea necesario y bien tolerado.
Cada dosis individual no debe rebasar los límites indicados y la dosis diaria total tampoco a menos que su médico le recete una dosis superior.
Nunca cambie usted mismo la dosis que se le ha recetado. Si cree que el efecto de la medicina es demasiado fuerte o excesivamente débil consulte con su médico.
Si toma más Alprazolam Pensa del que debe
Llame inmediatamente a su médico, farmacéutico o al hospital más próximo. En caso de sobredosis o ingestión accidental, consultar al Servicio de Información Toxicológica Tel. 91 562 04 20, indicando el producto y la cantidad ingerida.
Pueden aparecer efectos como mareo, confusión mental, letargo (sueño patológico profundo y continuado), ataxia (falta de coordinación muscular), hipotonía (tono muscular disminuido), bajada de la tensión arterial, depresión respiratoria y, raramente, coma. Estos efectos se potencian con el alcohol.
Información para el médico: Si el paciente está consciente se recomienda inducir el vómito y si está inconsciente se recomienda el lavado gástrico. Si no se observan ventajas en el vaciado del estómago, debe administrarse carbón activado para disminuir la absorción. Debe prestarse atención especial a las funciones respiratorias y cardíacas: deberán ser controlados la respiración, el pulso y la tensión arterial, adoptándose las medidas generales necesarias, tales como administración intravenosa de líquidos, ventilación pulmonar adecuada, etc.
Si olvidó tomar Alprazolam Pensa
No tome una dosis doble para compensar las dosis olvidadas. Lo que debe hacer es continuar con la dosis normal.
Si se disminuye rápidamente o se suprime bruscamente la dosis de alprazolam, puede aparecer síndrome de abstinencia, con calambres abdominales y musculares, vómitos, sudoración, temblor y convulsiones. Por lo tanto, no se recomienda en general interrumpir la medicación bruscamente, sobre todo si lo ha estado tomando durante largo tiempo. Deberá reducir gradualmente la dosis, de acuerdo siempre a las instrucciones del médico.