El midazolam solo debe ser administrado por profesionales de la salud con experiencia (médico o enfermero). Se debe administrar en un lugar (hospital, clínica o quirófano) equipado para controlar y mantener la respiración, el corazón y la circulación (función cardiovascular) del paciente y reconocer los signos y controlar los efectos secundarios esperados de la anestesia.
Cuánto midazolam se administra
Su médico decidirá una dosis adecuada para usted. La dosis que se le administre dependerá de porqué está siendo tratado y del tipo de sedación necesaria. Su peso, edad, estado de salud, cómo responde al Midazolam y si se necesitan otros medicamentos al mismo tiempo también influirán en la dosis que se le administra.
Si necesita analgésicos fuertes, se le administrarán estos primero y luego se le administrará Midazolam. Su médico decidirá una dosis adecuada para usted.
Cómo se administra el midazolam
Midazolam se le puede administrar de cuatro maneras diferentes:
- por inyección lenta en una vena (inyección intravenosa)
- a través de un tubo en una de sus venas (perfusión intravenosa)
- mediante inyección en un músculo (inyección intramuscular)
- Vía rectal
Siempre le debe llevar a casa un adulto responsable después del tratamiento.
Niños
- En niños y bebés menores de 6 meses de edad sólo se recomienda midazolam para la sedación en unidades de cuidados intesivos. La dosis será administrada gradualmente en vena.
- En niños de 12 años o menores normalmente se administrará midazolam en vena. Cuando midazolam se utilice como premedicación (para dar relajación, calma y somnolencia antes del anestésico) puede darse vía rectal.
Si se le administra más Midazolam Accord del que se debe
Su medicamento le será administrado por un médico o enfermero.
Si accidentalmente le administran demasiado Midazolam, puede:
- Sentirse somnoliento.
- Perder su coordinación (ataxia) y reflejos. Tener problemas con su habla (disartria). Tener movimientos oculares involuntarios (nistagmo). Desarrollar presión arterial baja (hipotensión).
- Dejar de respirar (apnea) y sufrir depresión cardiorrespiratoria (respiración y latidos cardíacos enlentecidos o detenidos) y coma.
Suspender el tratamiento con midazolam
Si recibe tratamiento a largo plazo con Midazolam (se le administra el medicamento por un tiempo prolongado) puede:
- Volverse tolerante al midazolam. El medicamento se vuelve menos efectivo y no funciona tan bien para usted.
- Volverse dependiente de este medicamento y tener síntomas de abstinencia (ver a continuación).
Su médico reducirá su dosis gradualmente para evitar que le ocurran estos efectos.
Se han observado los siguientes efectos con el uso de Midazolam, particularmente en niños y pacientes de edad avanzada; inquietud, agitación, irritabilidad, movimientos involuntarios, hiperactividad, hostilidad, delirio, ira, agresividad, ansiedad, pesadillas, alucinaciones (ver y posiblemente escuchar cosas que realmente no están allí), psicosis (pérdida de contacto con la realidad), comportamiento inapropiado, excitación y ataques (también se conocen como reacciones paradójicas, que son resultados opuestos a los efectos que normalmente se esperan para el fármaco). Si experimenta estos, su médico considerará suspender el tratamiento con Midazolam.
Síntomas de abstinencia:
Los medicamentos con benzodiacepinas, como el Midazolam, pueden hacer que usted sea dependiente si se usa durante mucho tiempo (por ejemplo, en cuidados intensivos). Esto significa que si interrumpe el tratamiento repentinamente o baja la dosis demasiado rápido, puede tener síntomas de abstinencia. Los síntomas pueden incluir:
- Dolor de cabeza, diarrea, dolor muscular
- Sentirse muy preocupado (ansioso), tenso, inquieto, confundido o malhumorado (irritable) con problemas para dormir
- Cambios de humor
- Alucinaciones (ver y posiblemente escuchar cosas que no están allí), convulsiones.
En casos severos de abstinencia, puede ocurrir lo siguiente: sensación de pérdida de contacto con la realidad, entumecimiento y hormigueo de las extremidades (por ejemplo, manos y pies), sensibilidad a la luz, el ruido y el tacto.