Al igual que todos los medicamentos, este medicamento puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
Se han agrupado los efectos adversos según su frecuencia:
Muy frecuentes (pueden afectar a más de 1 de cada 10 pacientes)
? alteraciones de electrolitos (incluyendo las sintomáticas), deshidratación y descenso del volumen total de sangre (hipovolemia), en particular en pacientes de edad avanzada, nivel elevado de creatinina y de triglicéridos en sangre.
Frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 10 pacientes)
? disminución de los niveles de sodio (hiponatremia), de cloro (hipocloremia), de potasio (hipopotasemia), aumento de los niveles de colesterol y de ácido úrico en sangre y ataques de gota.
? aumento del volumen de orina.
? alteraciones mentales (encefalopatía hepática) en pacientes con problemas hepáticos (insuficiencia hepatocelular).
? aumento de la viscosidad de la sangre (hemoconcentración).
Poco frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 100 pacientes)
? alteración de la tolerancia a la glucosa. Puede manifestarse una diabetes mellitus latente.
? náuseas.
? trastornos auditivos, aunque normalmente de carácter transitorio, en especial en pacientes con insuficiencia renal, disminución del nivel de proteínas en sangre (hipoproteinemia) y/o tras una administración intravenosa demasiado rápida de furosemida. Sordera (en ocasiones, irreversible).
? picor, sarpullido, erupciones, ampollas y otras reacciones más graves como eritema multiforme, penfigoide, dermatitis exfoliativa, púrpura y reacción de fotosensibilidad.
? disminución de los niveles de plaquetas (trombocitopenia).
Raros (pueden afectar hasta 1 de cada 1.000 pacientes)
? inflamación alérgica de los vasos sanguíneos (vasculitis).
? reacción renal de tipo alérgico (nefritis tubulointersticial).
? vómitos, diarrea.
? sensación subjetiva de tintineo (tinnitus).
? reacciones alérgicas (anafilácticas o anafilactoides) graves (p. ej. con shock).
? sensación de hormigueo en las extremidades (parestesias).
? disminución del nivel de glóbulos blancos (leucopenia), aumento de un tipo de glóbulos blancos, los eosinófilos (eosinofilia).
? fiebre.
Muy raros (pueden afectar hasta 1 de cada 10.000 pacientes)
? inflamación del páncreas (pancreatitis aguda).
? problema del hígado (colestasis), incremento de las enzimas del hígado (transaminasas).
? disminución de un tipo de glóbulos blancos, los granulocitos (agranulocitosis), disminución del número de glóbulos rojos (anemia aplásica o anemia hemolítica).
Frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles)
? disminución de los niveles de calcio (hipocalcemia), de magnesio (hipomagnesemia), aumento del nivel de urea en sangre, alcalosis metabólica, síndrome de pseudo Bartter en el caso de uso indebido y/o uso prolongado de furosemida.
? alteración de la coagulación de la sangre (trombosis).
? aumento del nivel de sodio y cloro en la orina, retención de orina (en pacientes con obstrucción parcial del flujo de orina), formación de cálculos en los riñones (nefrocalcinosis/nefrolitiasis) en niños prematuros, fallo renal.
? reacciones vesiculosas graves de la piel y de las membranas mucosas (síndrome de Stevens-Johnson), alteración grave de la piel caracterizada por la formación de ampollas y lesiones exfoliativas (necrólisis epidérmica tóxica), pustulosis exantemática generalizada aguda (PEGA) y síndrome de hipersensibilidad a medicamentos con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS), reacciones liquenoides, caracterizadas como lesiones pequeñas, que producen picor, de color rojo púrpura, con forma poligonal, que aparecen en la piel, en los genitales o en la boca.
- exacerbación o activación del lupus eritematoso sistémico.
? mareo, desvanecimientos y pérdida de consciencia, dolor de cabeza.
? se han comunicado casos de rabdomiólisis, frecuentemente en casos en los que se padece una disminución del nivel de potasio en sangre (hipopotasemia) grave (ver apartado “No tome Acuix”).
? aumento del riesgo de persistencia del conducto “ductus arterioso permeable” cuando se administra furosemida a niños prematuros durante las primeras semanas de vida.
Al igual que con otros diuréticos, tras la administración prolongada de este medicamento puede aumentar la eliminación de sodio, cloro, agua, potasio, calcio y magnesio. Estas alteraciones se manifiestan con sed intensa, dolor de cabeza, confusión, calambres musculares, contracción dolorosa de los músculos, especialmente de las extremidades (tetania), debilidad muscular, alteraciones del ritmo cardiaco y síntomas gastrointestinales.
Comunicación de efectos adversos
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