Al igual que todos los medicamentos, Urbason puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
Para su clasificación se han utilizado las siguientes definiciones de frecuencias:
Muy frecuentes: pueden afectar a más de 1 de cada 10 personas
Frecuentes: pueden afectar hasta 1 de cada 10 personas
Poco frecuentes: pueden afectar hasta 1 de cada 100 personas
Raros: pueden afectar hasta 1 de cada 1.000 personas
Muy raros: pueden afectar hasta 1 de cada 10.000 personas
Frecuencia no conocida: no puede estimarse a partir de los datos disponibles.
Se han observado los siguientes efectos adversos durante el tratamiento con Urbason:
Trastornos del metabolismo y de la nutrición
Frecuentes: distribución anormal de grasas, obesidad, aumento de los niveles de azúcar en sangre, cambios en los niveles de grasas en sangre (como por ejemplo colesterol o triglicéridos), falta del período menstrual, crecimiento del vello, aumento de peso.
Raros: impotencia, problemas en la corteza suprarrenal (glándulas que se sitúan encima de los riñones y que producen hormonas), retraso del crecimiento en niños, aumento del metabolismo de las proteínas, elevación de los niveles de urea.
Muy raros: acumulación reversible de grasas en el canal epidural o en la cavidad torácica.
Frecuencia no conocida: acumulación de tejido adiposo en partes localizadas del cuerpo. Se han notificado casos de síndrome de lisis tumoral en pacientes que padecen neoplasias hematológicas malignas. El síndrome de lisis tumoral puede ser revelado por su médico en base a los cambios en los análisis de sangre como el aumento de los niveles de ácido úrico, potasio o fósforo y la disminución del nivel de calcio, y puede provocar síntomas como calambres musculares, debilidad muscular, confusión, pérdida o alteraciones visuales, dificultad para respirar, convulsiones, latido cardiaco irregular o insuficiencia renal (disminución de la cantidad u oscurecimiento de la orina). Si experimenta tales síntomas, debe informar a su médico inmediatamente (ver apartado “Advertencias y precauciones”).
Trastornos cardiacos
Frecuencia no conocida: enfermedad del miocardio (cardiomiopatía hipertrófica) en bebés prematuros.
Trastornos vasculares
Frecuentes: retención de sodio y de agua, aumento en la eliminación de potasio y posiblemente hipopotasemia.
En pacientes con insuficiencia cardiaca puede aumentar la congestión pulmonar y desarrollarse hipertensión.
Trastornos de los vasos sanguíneos incluida la vasculitis (inflamación alérgica de los vasos sanguíneos), aumento de la presión en el cráneo con inflamación del nervio óptico.
Frecuencia no conocida: aumento de coágulos en la sangre.
Otros efectos son la tendencia a un aumento del número de plaquetas (trombocitosis) y el aumento del riesgo de trombosis.
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo
Frecuentes: alteraciones de la piel (atrofia, estrías, acné, manchas rojas-violáceas por acumulación de pequeñas cantidades de sangre en la piel, manchas rojas pequeñas).
Raros: reacciones alérgicas (erupción cutánea) incluyendo shock en casos raros después de la administración parenteral, especialmente en pacientes con asma bronquial o después de un trasplante renal.
Trastornos de la sangre y del sistema linfático
Frecuentes: enlentecimiento de la cicatrización de las heridas.
Frecuencia no conocida: recuento elevado de leucocitos, trombocitopenia (disminución del número de plaquetas).
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo
Frecuentes: osteoporosis que en casos graves puede dar lugar a fracturas.
Raros: debilidad muscular (reversible). En pacientes con miastenia gravis puede producir un empeoramiento reversible de la debilidad, que podría producir una crisis miasténica.
También una enfermedad muscular grave (miopatía aguda) por la administración conjunta de relajantes musculares no despolarizantes.
Muy raros: muerte del tejido del hueso de la cabeza del fémur o del húmero, rotura de tendones (en personas con una lesión previa de tendón, diabetes o niveles altos de ácido úrico en sangre). Cuando Urbason se administra a dosis muy altas durante mucho tiempo, pueden producirse alteraciones musculares.
Trastornos renales y urinarios
Frecuencia no conocida: crisis renal esclerodérmica en pacientes que ya presentan escleroderma (un trastorno autoinmunitario). Los signos de una crisis renal esclerodérmica incluyen aumento de la presión arterial y disminución de la producción de orina.
Trastornos gastrointestinales
Raros: úlceras de estómago o duodeno, y si éstas se perforan, peritonitis (infección gastrointestinal grave), pancreatitis (inflamación del páncreas) o malestar abdominal.
Frecuencia no conocida: gas en la pared intestinal (neumatosis intestinal).
Trastornos hepatobiliares
Frecuencia no conocida: enzimas hepáticas aumentadas.
Trastornos endocrinos
Frecuencia no conocida: crisis de feocromocitoma (ver apartado “Advertencias y precauciones”).
Se han observado los siguientes efectos adversos después de la retirada repentina de Urbason después de su uso prolongado, aunque no todo el mundo los sienta:
- síntomas como fiebre, pérdida de apetito, náuseas, debilidad, inquietud, dolor en las articulaciones, descamación de la piel, presión arterial baja y pérdida de peso (síndrome de deprivación de corticoides).
Trastornos oculares
Raros: lesiones en los ojos: cristalino opaco, aumento de la presión de los ojos, cataratas, glaucoma (enfermedad de los ojos que puede causar la pérdida de la visión).
Frecuencia no conocida: enfermedad de la retina y de la membrana coroidea, visión borrosa.
Trastornos del sistema inmunológico
Poco frecuentes: disminución de las defensas del organismo y aumento del riesgo de infección. Si padece alguna enfermedad causada por virus como varicela, herpes simple o herpes zóster, su estado podría agravarse, en algunas ocasiones con riesgo grave para su salud.
Trastornos del sistema nervioso
Raros: convulsiones cerebrales.
Frecuencia no conocida: vértigos, dolor de cabeza y alteraciones del sueño.
Trastornos psiquiátricos
Raros: desarrollo o empeoramiento de los problemas psiquiátricos que el paciente tiene antes de iniciar el tratamiento (euforia, cambios de humor, cambios de personalidad, depresión, psicosis).
Si el tratamiento con Urbason se retira de forma rápida (no gradual) después de un tratamiento largo podría producirse dolor muscular, dolor de articulaciones, problemas con la respiración, anorexia, náuseas, vómitos, fiebre, tensión baja, niveles bajos de azúcar en sangre, e incluso en algún caso se ha podido llegar a la muerte por insuficiencia adrenocortical aguda (ver apartado “Advertencias y precauciones”).
Comunicación de efectos adversos
Si experimenta cualquier tipo de efecto adverso, consulte a su médico o farmacéutico, incluso si se trata de posibles efectos adversos que no aparecen en este prospecto. También puede comunicarlos directamente a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es. Mediante la comunicación de efectos adversos usted puede contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad de este medicamento.